La Audiencia juzga este lunes a Alabern, Bonet y Alía por una pieza del caso Ibatur
La Fiscalía pide diez años para Alía y Alabern y algo más de cinco años para Bonet
Palma de Mallorca
A juicio una nuevo episodio de corrupción del Govern de Jaume Matas. La Audiencia Provincial juzga desde este lunes una pieza del caso Ibatur, que podría cerrarse con un pacto de conformidad entre la Fiscalía y los acusados según fuentes jurídicas. Seis personas se sientan en el banquillo, entre ellos, los exdirectores del Instituto Balear de Turismo, Juan Carlos Alía y Raimundo Alabern.
La acusación pide inicialmente diez años de cárcel para Alía y Alabern por presuntos delitos de malversación y cohecho. En el banquillo, también se sienta el exresponsable jurídico de Ibatur, Miguel Ángel Bonet, que se enfrenta a cinco años y diez meses de cárcel y tres empresarios para quienes se piden condenas que suman siete años de cárcel. La responsabilidad civil solicitada es de 321-mil euros. Alía y Bonet ya sellaron un acuerdo con la Fiscalía hace unas semanas en el marco del caso Nóos, que les reportará penas que no implican su ingreso en prisión, por lo que podrían seguir la misma estrategia.
En su escrito de acusación, los fiscales Juan Carrau y Miguel Ángel Subirán acusan a Alía, Alabern y Bonet de ponerse de acuerdo para contratar de manera ilegal y favorecer con adjudicaciones a los tres empresarios. A cambio, éstos ofrecían a los cargos de Ibatur un porcentaje del dinero adjudicado. Los directivos de Ibatur presuntamente reclamaban un 15 por ciento de las contrataciones bajo la amenaza de no volver a adjudicar y sobre Alía y Alabarn sostienen también los fiscales que exigieron dinero y regalos por al menos 128-mil euros.
El plan para beneficiar a estos empresarios se llevó a cabo, según la acusación, con un desprecio total a la legalidad, evitando que otras empresas pudieran concurrir a las adjudicaciones y fraccionando los contratos para no tener que convocar concurso. El escrito apunta que cuando Alía decidió dejar de ser gerente de Ibatur, Bonet y Alabern decidieron compensarle con tres contratos simulados de asesoría.