Acusan a un boticario de intentar estafar al SERGAS

Ourense

Simulaba que sus clientes le compraban medicamentos que los facultativos les habían prescrito y, cuando acumulaba muchos, los tiraba en un contenedor. Todo ello para cobrar a la administración un dinero por la venta de fármacos que, en realidad, no le pertenecía.

Es la tesis que el Ministerio Fiscal de Ourense sostiene contra un farmacéutico que ayer se sentó en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal de la capital. El acusado., licenciado en farmacia y titular de la botica de Celeiros, en el municipio de Chandrexa de Queixa en el momento de los hechos, está acusado de haber cometido un delito continuado de estafa por el que el fiscal solicita dos años de prisión.

Entre los meses de septiembre del 2012 y mayo del 2013, siempre según la versión de la acusación pública, el imputado habría expedido de forma «irreal» un total de 435 medicamentos, por los que consiguió que el Sergas le abonase casi cinco mil euros. Ahora, si se demuestra su culpabilidad respecto a los delitos, tendrá que indemnizar a la administración sanitaria gallega con esa cantidad.