Antonio Tirado comparecerá el 12 de septiembre por la operación Gran Coral
El ex alcalde de Castellón declarará por supesta comisión de los delitos de blanqueo de capitales, apropiación indebida, delitos societarios y contra la hacienda pública
Castellón
El ex alcalde de Castellón, ex consejero de Bankia y ex presidente de Bancaja, Antonio Tirado, tendrá que declarar el próximo doce de septiembre en el Juzgado de Instrucción número tres de Madrid por supesta comisión de los delitos de blanqueo de capitales, apropiación indebida, delitos societarios y contra la hacienda pública.
Es una noticia que les avanza Radio Castellón CADENA SER. Antonio Tirado ha sido citado en el proceso de diligencias previas que está llevando a cabo el Juzgado de Instrucción número tres de Madrid por existir indicios de responsabilidad relativos al denominado Grand Coral. Tirado declarará junto a veintidós personas más durante cuatro días en Madrid, entre los que destacan Arturo Virosque, Jose María Catalunya o Eduardo Montesinos.
El caso Gran Coral se refiere a una operación llevada a cabo por los empresarios Ferri y Baldó que lograron 76 millones de euros con la compra de una finca en México a costa de Bancaja y Banco de Valencia, entidades que concedieron un préstamo muy por encima del valor del mercado. La mitad del beneficio fue a parar a sus cuentas personales en Suiza y Andorra, según los investigadores.
Los compañeros y pagadores de los lujosos viajes a Cuba del expresidente de Bancaja, Banco de Valencia y la Generalitat, José Luis Olivas, al que también fueron entre otros los empresarios Eugenio y Enrique Calabuig, hicieron un negocio redondo con las entidades que presidía Olivas, meses antes de la primera escapada.
Según la información del caso que investiga la Audiencia Nacional y los correos electrónicos intervenidos, los empresarios Ferri y Baldó adquirieron en 2006 una finca por 49 millones de euros a través de una sociedad interpuesta.
Un día antes, Bancaja y Banco de Valencia habían concedido un crédito de 125 millones para comprar esa finca a una de sus sociedades participadas denominada Gran Coral, por lo que el beneficio ascendió a 76 millones de euros, de los que la mitad, parace ser, fue transferida a dos bancos de Andorra y Suiza a nombre de otras sociedades vinculadas a los empresarios.