Pepe Belmonte nos deja su lista de deseos para la vuelta del verano

Murcia

Píos deseos para el regreso de vacaciones.

En uno de sus más conocidos poemas, el escritor Jaime Gil de Biedma expresaba sus píos deseos para empezar bien el año. Lo que aquí me gustaría considerar, hoy que me despido de todos ustedes hasta septiembre, son algunas circunstancias de las que, casi con toda probabilidad, van a estar de acuerdo conmigo.

Me gustaría, en primer lugar, que nuestros políticos, que hacen oídos sordos a lo que dice el pueblo que les vota, se pusieran de acuerdo y formasen un gobierno sólido y estable y trabajaran en aquello para lo que les paga. Y que no nos sometieran a unas terceras elecciones que nos convertirían en el hazmerreir de todo el mundo.

Me gustaría que a la vuelta de las vacaciones (quien las tenga), nos dijeran, los que están autorizados para ello, qué clase de examen harán los pobres muchachos y muchachas que el año próximo cursen segundo de bachillerato, una vez extinguida la selectividad de toda vida.

Me gustaría que nuestra ciudad se convirtiera en la capital mundial de la bicicleta, ahora que nos anuncian a bombo y platillo un futuro carril bici que unirá la Contraparada con Beniel. Que Murcia llegara a ser una ciudad respirable, con menos tráfico, con muchísima menos contaminación y con menos aparcamientos subterráneos que cuestan un ojo de la cara a los pobres usuarios. Y basta ya, dicho sea de paso, de tanta pantomima y estupidez con lo del día de la bicicleta y demás zarandajas, que, como la flor del cactus, nacen y mueren en un instante.

Me gustaría que se replantearan, de una vez y para siempre, si queremos o no queremos que Murcia sea, como reza el viejo eslogan, la Huerta de Europa. Si vamos a proteger nuestros últimos huertos de naranjos y limoneros, nuestras señoriales y enhiestas palmeras y todo ese arbolado que tanto oxígeno y colorido nos proporciona.

Y me gustaría, finalmente –por pedir que no quede–, que nos volviéramos a encontrar todos, sin que falte nadie a la cita, cuando concluyan los tórridos días y las cálidas noches que nos esperan. Será un placer escucharnos de nuevo.

Pepe Belmonte