Vamos a la disco, a registrarla
La Guardia Civil y la Agencia Tributaria quieren meter en cintura a las discotecas, que equivale a cambiar el trayecto del Sol en el universo ibicenco

'La línea roja' de Matías Vallés (12/07/16)
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Palma de Mallorca
Ibiza no es una isla, es un universo. Las discotecas son las galaxias del cosmos ibicenco, y ahora resulta que también son sus agujeros negros. Literalmente, en cuanto al color negro del dinero.
De hecho, la mejor forma de distinguir a un ibicenco de un visitante es que los nativos odian la identificación de las discotecas con la isla. En mi experiencia, se niegan a hablar de ellas.
Pese a estas reticencias, millones de 'clubbers' viajan a Ibiza para cumplimentar el clásico "vamos a la disco", pero ahora hay que añadir que vamos a registrarla.
La Guardia Civil y la Agencia Tributaria quieren meter en cintura a las discotecas, que equivale a cambiar el trayecto del Sol en el universo ibicenco.
De hecho, al contemplar a los guardias civiles aterrizando en la legendaria Amnesia a bordo de un helicóptero, los clientes hubieran pensado que se estaba ensayando la nueva atracción del verano.
O que un magnate ruso se estaba trasladando desde su yate con helipuerto a su reservado VIP en Amnesia.
Hay que celebrar el ímpetu de la autoridad por poner la noche en orden, aunque sea desde el escepticismo de que ya cuesta que los contribuyentes cumplan a plena luz del día.
He visto cometer tantas ilegalidades en una discoteca, que ni me imaginaba que ese río de dinero tuviera que pasar por Hacienda. Claro que lo mismo pensábamos de Messi.




