Explotación en los mataderos

Santa Eugènia de Berga

A las puertas de “Le Porc Gourmet” hemos podido comprobar el hermetismo de la empresa, que no quiere hablar. También hemos comprobado el miedo de los trabajadores. Sólo una trabajadora ha querido hablar, desde el anonimato, a los micrófonos de SER Cataluña. Fuera de micrófono los trabajadores han querido explicar muchas cosas, pero hay mucho miedo a hablar y ser reconocidos. La empleada que ha accedido a hablar abiertamente con SERCatalunya explica las tortuosas jornadas que sufren, desde las 8 de la mañana hasta las 2 o las 3 de la mañana. Dice que han llegado a trabajar 24 horas porqué "se ha de terminar el cerdo". La trabajadora asegura que para la empresa, es "más importante el cerdo que las personas".

Esta testigo asegura que hay días que no comen, hay días que no duermen y si hay una avería, no paran de trabajar. Por este motivo, han organizado una acampada para luchar por sus derechos laborales, que por el momento, son prácticamente inexistentes.

La trabajadora también denuncia que les prohíben ir al baño aunque se acaben haciendo sus necesidades encima y, a las mujeres que tienen la menstruación, tampoco les permiten cambiarse las compresas. A pesar de estos ejemplos, los trabajadores han presenciado escenas mucho más duras:

Se ha distorsionado la voz, a peticion expresa, para proteger su identidad.

Contratos con Mafias

“Cárnicas en lucha”, la plataforma que organiza la acampada, habla de mafias que traen los trabajadores en situaciones difíciles dispuestos a soportar cualquier trato laboral. Muchos trabajadores llegan del sur de la península, donde se supone que son trasladados por organizaciones mafiosas y, cuando se incorporan al trabajo, tienen que pagar para trabajar como componentes de una falsa cooperativa que los contrata.

El abogado que los asesora, Antoni Iborra, dice que, para evitar que los trabajadores puedan tomar el control de la cooperativa donde trabajan, el matadero "impone un sistema de terror, de pánico, y hace una represión salvaje contra estos trabajadores". Además, según el abogado, estas cooperativas están controladas de arriba abajo por la dirección de la empresa. En el caso de "Le Porc Gourmet" hay una veintena de trabajadores contratados en la plantilla, y más de mil a través de diferentes cooperativas.

Estas cooperativas forman parte de un entramado de falsas cooperativas que trabajan por los mataderos y cuando los trabajadores, a la más mínima, se quejan, se organizan o intentan enterarse de lo que está pasando, los echan sin contemplaciones.

Inter-racismo

La empresa, además, para evitar que los trabajadores se organicen en contra de las malas condiciones laborales, fomenta el racismo entre su plantilla. Por ejemplo, según explica un trabajador, los polacos tienen sitios jerárquicamente mejores que personas de otras nacionalidades, para así evitar que hagan piña.

Los trabajadores, con salarios mínimos, sólo pueden vivir en los barrios del sur de Vic (Barcelona) porque es la única zona que se pueden pagar. Son auténticos guetos, según nuestros interlocutores.

Aunque SER Cataluña ha querido dar voz a la dirección de la empresa para conocer su versión de los hechos, no se ha pronunciado. Se ha intentado por vía telefónica y también presencialmente, pero nadie ha dado la cara. Dicen que no hay ningún responsable, que están todos fuera de la fábrica.

Desde las instituciones, el ayuntamiento de Santa Eugenia de Berga da pleno apoyo a la acampada que han organizado los trabajadores en contra las condiciones laborales en Le Porc Gourmet. Por otra parte, la Consejera de Empleo de la Generalitat, Dolors Bassa, anunció en el Parlamento que la Generalitat sancionará a los mataderos que no cumplan con los derechos de los trabajadores pactados dentro del convenio colectivo del sector cárnico.