El estadounidense corneado ayer: "Ha sido la mejor experiencia de mi vida"
El corredor, herido en el muslo izquierdo, necesitó una sutura de veinte puntos
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Los toros de Núñez del Cuvillo, ausentes en Pamplona desde 2011, ofrecieron un encierro rápido y emocionante. / Villar López EFE
Pamplona
El estadounidense Matthew Levin, de 39 años, corneado ayer en el penúltimo encierro de los sanfermines, ha dicho que esta fue "la mejor experiencia" que ha tenido en su vida.
El herido, residente en Nueva Jersey, fue corneado en el muslo izquierdo, por lo que necesitó una sutura de veinte puntos, pero está contento con la experiencia vivida, según ha contado a los medios de comunicación en el hospital.
El norteamericano, que participó por primera vez en un encierro, ha comentado que solo pudo correr cinco metros, hasta que cayó al suelo, desde donde vio cómo venía el toro hacia él y cómo le corneó.
Otro norteamericano, residente en Los Ángeles y de 53 años, también resultó herido cuando se resbaló en el tramo de Telefónica y otro corredor cayó sobre su pierna, lo que le provocó un traumatismo, aunque eso no le impedirá volver a correr los encierros, en los que lleva participando veinte años.
Manuel Andrade Martínez, de Huelva, corredor habitual de 55 años, sufrió un traumatismo craneal leve en Mercaderes cuando, tras ser empujado y caer al suelo, el manso le pisó la cabeza, incidente causado porque, según ha comentado el herido, ayer corrió en otro sitio diferente al suyo habitual desde hace ya varios años.
Otro corredor habitual, Javier Jiménez Moreno, de 25 años y residente en Albacete, que viajó a Pamplona por séptimo año consecutivo a correr en sanfermines, sufrió un traumatismo abdominal cuando se tropezó con varios mozos que había en el suelo y otros corredores cayeron sobre él.
Por su parte, Víctor Faubel García, valenciano de 28 años, ha corrido todos los días y hoy jueves ha vuelto a hacerlo a pesar del traumatismo sufrido en la rodilla izquierda tras caerse por un empujón en el tramo de Estafeta.
La mayoría de los trasladados al hospital se han quejado de que, según han comentado a los medios de comunicación en el centro, la gente se queda parada en el recorrido o se sube a las vallas impidiendo que los corredores puedan protegerse en caso de necesitarlo.
