De la Plaza Jesús a Marco Merenciano
El uso político del callejero urbano

Valencia
LA INSTRUMENTALIZACIÓN DE LA TOPONIMIA URBANA
La semana pasada, con motivo del décimo aniversario del peor accidente de metro de la historia de España, la estación donde se produjo recuperó el nombre que ostentaba tan aciago día. Después del siniestro, el gobierno de entonces cambió el nombre de Jesús por el de Joaquín Sorolla con la excusa de facilitar a los usuarios el tránsito entre esta y la nueva estación homónima del AVE. Pero de esta decisión política subyacía un nuevo intento de instrumentalización política de la toponimia urbana, mediante la cual se nos quería hacer olvidar aquel fatídico 3 de julio de 2006 que, desgraciadamente, ya forma parte de nuestra historia.
El intento de control del espacio público desde el punto de vista ideológico por parte de las autoridades, ha llegado con la estación de Jesús a cotas deleznables. Pero no se trata del primer ni del último caso del uso político de la toponimia en nuestra ciudad. Nuestros barrios están repletos de ejemplos muy significativos, entre ellos, uno que sigue dando que hablar y que por lo rocambolesco de su historia merece ser contado desde el principio, precisamente desde la plaza de Jesús, para intentar entender años y años de mala praxis en la confección de nuestro nomenclátor callejero.
JESÚS, MERENCIANO Y PESET
El topónimo Jesús da nombre en Valencia al camino que llevaba desde la muralla hasta el convento de Santa María de Jesús, en Patraix, conocido popularmente como Convento de Jesús y posteriormente directamente como Manicomio, por instalarse aquí desde 1866 el Manicomio Provincial. Con el tiempo, Jesúsdio nombre a todo el barrio que fue consolidándose alrededor del recinto psiquiátrico y a la plaza donde acababa el camino de Jesús y empezaba el del cementerio.
Después de la Guerra Civil, el topónimo Jesús siguió rotulando el camino que llevaba hasta el Manicomio, pero la plaza, también denominada de Jesús, pasó a llamarse en los años 50 plaza del Doctor Marco Merenciano, en honor al psiquiatra falangista de Lliria que precisamente había sido director del Psiquiátrico de Valencia.
Ilustración 1. Plano de la Guía de Valencia de Pamias (1976-77) donde se aprecia la calle Jesús y la plaza del Dr. Marco Merenciano (en rojo), actualmente plaza de Jesús.
El rótulo del psiquiatra valenciano se mantuvo hasta los años 80, cuando con la llegada del primer Ayuntamiento democrático se decidió eliminar del callejero personajes relacionados con el franquismo. De los primeros nombres en ser sustituidos fue el de Onésimo Redondo, conocido como el Caudillo de Castilla, que desde 1944 daba nombre al camino de tránsitos del Oeste. En junio de 1979 dicho camino pasaría a llamarse avenida del Doctor Peset Aleixandre, para hacer justicia con el eminente doctor valenciano, Catedrático de medicina legal y Rector de la Universidad de Valencia fusilado en 1941.
A su vez, el histórico topónimo de Jesús volvió a la plaza triangular, pero la indecisión del consistorio y la presencia de franquistas mucho más significativos hizo que el nombre de Merenciano continuase en el nomenclátor y se utilizase para sustituir al del General José Moscardó, convertido en héroe por la mitología franquista y que daba nombre a una calle del barrio de Benicalap, paralela al Camino de Tránsitos.
La guinda a todo este vaivén de nombres se puso cuando en los años 90 del pasado siglo se descubrió que uno de los instigadores de la muerte del Doctor Peset fue precisamente su ex compañero Francisco Marco Merenciano, del que evidentemente pidieron la retirada inmediata de su nombre del callejero. Pero el médico edetano, del que González Duró dice era un claro exponente del franquismo psiquiátrico junto a Vallejo Nájera y López Ibor (que también tiene calle en Valencia), sigue rotulando la misma calle que en 1980, cuando por error o desconocimiento, no solo se le mantuvo en el nomenclátor, sino que además pasó a rotular una calle paralela y a escasos metros de la de su delatado, el Doctor Peset, víctima de la barbarie de la represión franquista. Paradojas del callejero de una ciudad que lucha por recuperar la memoria.
Ahora Merenciano vuelve a estar en la picota y seguramente no pase la enésima criba que están urdiendo el Ayuntamiento y la Universitat de Valencia para retirar definitivamente de nuestro callejero los últimos vestigios franquistas. El Doctor Marco Merenciano, que sobrevivió a Jesús y a Moscardó tal vez sucumba ante Marie Curie o Manuela Solís. Solo esperemos que esta vez los cambios se hagan con mayor certeza y mucha pedagogía.
del Oeste. En junio de 1979 dicho camino pasaría a llamarse avenida del Doctor Peset Aleixandre, para hacer justicia con el eminente doctor valenciano, Catedrático de medicina legal y Rector de la Universidad de Valencia fusilado en 1941.
A su vez, el histórico topónimo de Jesús volvió a la plaza triangular, pero la indecisión del consistorio y la presencia de franquistas mucho más significativos hizo que el nombre de Merenciano continuase en el nomenclátor y se utilizase para sustituir al del General José Moscardó, convertido en héroe por la mitología franquista y que daba nombre a una calle del barrio de Benicalap, paralela al Camino de Tránsitos.
La guinda a todo este vaivén de nombres se puso cuando en los años 90 del pasado siglo se descubrió que uno de los instigadores de la muerte del Doctor Peset fue precisamente su ex compañero Francisco Marco Merenciano, del que evidentemente pidieron la retirada inmediata de su nombre del callejero. Pero el médico edetano, del que González Duró dice era un claro exponente del franquismo psiquiátrico junto a Vallejo Nájera y López Ibor (que también tiene calle en Valencia), sigue rotulando la misma calle que en 1980, cuando por error o desconocimiento, no solo se le mantuvo en el nomenclátor, sino que además pasó a rotular una calle paralela y a escasos metros de la de su delatado, el Doctor Peset, víctima de la barbarie de la represión franquista. Paradojas del callejero de una ciudad que lucha por recuperar la memoria.
Ahora Merenciano vuelve a estar en la picota y seguramente no pase la enésima criba que están urdiendo el Ayuntamiento y la Universitat de Valencia para retirar definitivamente de nuestro callejero los últimos vestigios franquistas. El Doctor Marco Merenciano, que sobrevivió a Jesús y a Moscardó tal vez sucumba ante Marie Curie o Manuela Solís. Solo esperemos que esta vez los cambios se hagan con mayor certeza y mucha pedagogía.




