Atentados en Niza: "Es otro duro golpe a Europa que solo podrá combatirse con la unión de los pueblos"

El dolor vuelve a recorrer las entrañas de Francia mientras que las muestras de solidaridad han regresado desde todos los rincones del mundo, también en Canarias donde la comunidad gala trata de superar este nuevo mazazo al país pionero en las libertades. En la SER hemos palpado el estado de ánimo de una canaria residente en París y de un francés que vive en la capital grancanaria.

Joaquím Santiago es un joven galo que lleva residiendo en el Archipiélago más de una década. Se asustó ayer al enterarse de los atentados de Niza porque tiene familia y amigos en la ciudad. Sin embargo, comprobó rápidamente que no les había ocurrido nada. Él nació en 1972 en un barrio de inmigrantes de una pequeña ciudad de Los Alpes franceses donde residió hasta cumplir la mayoría de edad. "Allí crecíamos todos iguales. Musulmanes y laicos. Nunca ha habido tensión y jamás ha habido conflicto", reconoce. Además, sostiene que la "mayoría de los musulmanes en Europa no son personas ni peligrosas ni extremistas. Los que lo son, son los que hacen sus propias interpretaciones de las escrituras". Por esta misma razón opina que la solución pasa por "la unión de estos musulmanes moderados o laicos contra la oleada de violencia que se ha producido". "Hay que dejar de trabajar en la sombra y en secreto y hacer un debate nacional", añade Santiago.

Antes de la medianoche, un camión invadía el paseo de los Ingleses en Niza arrollar a todo aquel que se pasa por delante. Centenares de personas se congregaban en este enclave turístico para celebrar la festividad del 14 de julio, fiesta nacional en la que se conmemora la Toma de la Bastilla. 84 personas han fallecido a causa del atentado y 100 personas continúan heridas. "Me da pena el abuso que se ha hecho en este tipo de congregaciones" reconoce Claudia Ruiz de 33 años y natural de Gran Canaria, que viajó a Francia hace siete años para desarrollarse como ingeniera. Reside actualmente en París y se mostraba apenada por cómo como "la ciudad de la luz se ha ido poco a poco apagando a consecuencia de la violencia y el terror del último año". Recuerda además "el refuerzo de presencia militar" estos últimos meses en un país que está en alerta máxima antiterrorista y que se ha convertido en poco más de año y medio en víctima de tres atentados.