Música

La rumba que puso a bailar a Compostela

Petite y la Orquesta Sinfónica de Rumba del Raval demostraron que las orquestas están más vivas que nunca y consiguieron levantar a un público agolpado en la praza da Quintana que no se cansó de bailar.

La orquesta catalana consiguió que todo aquel que se acercó a disfrutar de la música en directo moviera los pies, al son de canciones como la Sarandonga. / Carolina Neira Feáns

Santiago de Compostela

El concepto de orquesta está muy usado y extendido cuando se habla de fiesta local. Pero no todas son iguales. Y aunque ahora nos hemos acostumbrado a un tipo de orquesta que lleva implícito un gran espectáculo visual, hemos olvidado su verdadero sentido, sus ritmos, sus bailes y sus melodías.

Menos mal que ayer estuvo Petite y la Orquesta Sinfónica de Rumba del Raval para recordárnoslo. En un concierto divertidísimo, músicos y público hicieron de la praza de A Quintana una pista de baile, de ritmo rumbero y clásicos del mundo de la orquesta que sacaron más de una sonrisa, hicieron mover más de una cadera y, seguro, propiciaron más de un baile en parejas.

Un director emocionadísimo explicaba al poco de empezar el concierto que la actuación de ayer tenía un punto especial y es que llevaban mucho tiempo alejados de los escenarios por unos problemas de salud que padece. Sin embargo, no hubo tiempo a la oxidación de un conjunto de artistas que sonaban como un único cuerpo, con un repertorio que se la jugaba con rumbas catalanas, versiones de Lolita, canciones de Frank Sinatra y composiciones propias.

Tampoco faltó el homenaje a Galicia, con una colaboración que dejó boquiabiertos a muchos. Con una gaita haciendo el preámbulo por un lado, apareció por la esquina derecha el líder de los Diplomáticos do Monte Alto, Xurxo Souto, que cantó junto a la orquesta Apaga o candil, María.

El público, volcado en la atmósfera que se había creado en la plaza, pidió bises y los tuvo. Una recta final marcada por la historia de aquel que no estaba muerto, que estaba de parranda. Esa a la que se entregarían poco después todos los que, con tanto ritmo en el cuerpo, no podían ya ponerle fin a la noche.

Hoy sigue la música en Santiago de Compostela con el blues de Myghty Mo Rodgers y el coro gospel New World Gospel Ensemble. El Apóstol no da tregua y parece que sus compañeras de profesión, las monjas del convento de San Paio, no tienen queja. Ya van dos noches que las ventanas de sus habitaciones están encendidas.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00