Munar cumple tres años en la cárcel sin haber obtenido ningún permiso
La expresidenta de UM es asidua a cursos de inglés y alemán, acude a misa y a ciclos de cine
Palma de Mallorca
María Antonia Munar cumple hoy tres años en la cárcel. La que fuera presidenta de Unió Mallorquina cumple condenas que suman once años y medio de prisión en la cárcel de Palma, en la que entró el 24 de julio de 2013 directa desde la Audiencia Provincial que decretó su ingreso por riesgo de fuga. Desde entonces, no ha disfrutado de un solo permiso y tan solo ha salido para ir al juzgado a declarar por otras causas.
La expresidenta del Parlament cumple seis años de cárcel por el caso Can Domenge y cinco y medio por Maquillaje. Sentencias ya firmes porque fueron ratificadas por el Tribunal Supremo. Tres años difíciles, según cuentan desde el entorno de la expresidenta, que se ha abierto camino en la cárcel a través de dos presas por delitos económicos que le han ayudado a convivir en el módulo. Munar comparte recinto con presas por delitos de sangre y condenadas por robo y nacotráfico.
Cuenta su entorno que Munar mata las horas con cursos de idiomas, catalán, inglés y alemán y que acude a los ciclos de cine que proyectan en la cárcel. Cada domingo recibe la visita de su marido y su hijo, a veces acompañados por su madre a la que trata de telefonear a diario. Desde el entorno de la cárcel afirman que la política no tiene ningún expediente abierto, pero los permisos no han llegado debido a las causas que aún tiene pendientes.
La expresidenta del Consell de Mallorca aún está implicada en media decena de causas de corrupción. La próxima en juzgarse será el soborno de Can Domenge, juicio fijado para el tres de octubre. Una pieza que nace a raíz del juicio por la venta del solar palmesano en el que varios acusados reconocieron haber recibido dos millones de euros para alterar el concurso.
El pasado mes de febrero en el juicio por una pieza del caso Voltor, Munar reconoció la comisión de un delito y aceptó una pena de multa por haber desviado fondos del Consell de Mallorca. Fue la primera vez que reconoció la corrupción. Su estrategia de defensa a partir de ahora pasa por tratar de conseguir acuerdos de conformidad y no seguir sumando años a la condena. Si es así, el año que viene podría disfrutar del tercer grado y de un régimen de semilibertad.