“Los niveles de contaminantes en el aire, en poco tiempo, habrán vuelto a lo admisible”
Lo dice el estudio sobre los efectos del incendio de neumáticos de Seseña. La contaminación en Valdemoro y Ciempozuelos sería mínima
Fuenlabrada
José Luis Domingo, catedrático de Toxicología y Salud Ambiental de la Universidad pública Rovira y Virgili de Tarragona, asegura que si se midiera ahora la presencia de contaminantes dañinos para la salud en el aire “seguro que habrán disminuido”, teniendo en cuenta que, además, ha habido corrientes de aire y lluvia. Otra cosa, será la presencia en el suelo de los llamados hidrocarburos aromáticos policlínicos, con componentes cancerígenos, que pueden perdurar algo más, aunque asegura que son compuestos degradables que “se destruyen con el tiempo de forma rápida”. Por eso cree que en pocos meses los valores en suelo volverán a ser normales y los problemas habrán desaparecido. En el periodo de emisiones contaminantes “yo no hubiera comido las lechugas de las huertas de la zona, incluso ahora dejaría un poco de espacio de tiempo, aunque tal vez con solo lavarlas bien bastaría”, pero no es de esperar que “la contaminación persista”.
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Asegura que la exposición de los habitantes de El Quiñón, la zona más afectada por el incendio de neumáticos de Seseña, a sustancias potencialmente cancerígenas, ha sido muy corta y por eso no deben temer por su salud. Se podría hablar de “la posibilidad de contraer cáncer si los niveles contaminantes no variasen en los 70 años de vida media de la población, entonces serían dos o tres veces superiores en El Quiñón”, pero no es el caso, afirma.
José Luis Domingo, Catedrático de Toxicología y Salud Ambiental de la Universad Rovira y Virgili de Tarragona.
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En este sentido, ve poco probable que los habitantes de Valdemoro o Ciempozuelos estuvieran sometidos a la misma situación que en Seseña, ya que la distancia y el viento ayudan a minimizar los efectos.
Domingo considera lo ocurrido como “un episodio tremendamente gravísimo”, pero a pesar de todo “hemos tenido suerte” porque peor hubiera sido si se hubieran incendiado plásticos, por ejemplo, ahora “hablaríamos de una desgracia más grande y perdurable”, por la emisión de dioxinas.