Sociedad

El club "Doña Urraca", cerrado hasta nueva orden

El Ayuntamiento clausura sine díe el histórico local de alterne. Una denuncia alerta al consistorio de que llevaba años funcionando con una licencia de discoteca, lo que no le permite habilitar camas

Juan Carlos Otaola

Bilbao

Bilbao cuenta este verano con un club menos en su lista de "locales de alterne". Uno de los negocios de prostitución más veteranos de la Villa se ha visto obligado a cerrar sus puertas tras una inspección de la Policía Municipal, fruto de una denuncia.

A pesar de que un cartel en la puerta del club "Doña Urraca" reza que el cierre decretado la pasada semana se debe a unas vacaciones, no es ése el verdadero motivo. Según confirman a Radio Bilbao fuentes municipales, el negocio no está abriendo sus puertas por una cuestión de licencias. Segú estas fuentes, la reapertura llegará cuando "se adecúen las instalaciones a las características de la licencia". Estos prostíbulos, siempre en un limbo legal, acostumbran a funcionar con licencias de hotel. El agarradero legal pasa por el alquiler de habitaciones, que es el concepto oficial por el que se cobra a los clientes, que mantienen relaciones sexuales con chicas que han "conocido" en el bar. Así llevaba "Doña Urraca" funcionando décadas. Pero ahora, una denuncia ha provocado la inspección del Ayuntamiento, que pudo comprobar in situ cómo el dueño del club ni siquiera utilizaba el mencionado subterfugio legal.

De ahí el cierre y el posterior traslado de las camas. Ahora, el propietario sopesa en qué condiciones reabrir, e incluso se plantea alquilar un piso cercano para que sus clientes y las trabajadoras del sexo mantengan relaciones. De momento, el futuro de un local que ha permanecido abierto durante tres décadas en la céntrica calle Alameda Rekalde, en las inmediaciones de la Alhóndiga, es una incógnita.

 
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