El principio del fin de las viviendas ilegales del Alto del Cuco

Santander

Es el principio del fin a una urbanización que nunca debió levantarse. Es la ejecución de una sentencia que hipotecará a Piélagos durante los próximos diez años. Pasadas las diez de la mañana de este viernes, las máquinas de TRAGSA comenzaban a derribar las primeras viviendas en el Alto del Cuco bajo la atenta mirada de numerosos periodistas, fotógrafos y representantes políticos.

Bajo una ligera lluvia, asistían a esa demolición Eva Díaz Tezanos y la alcaldesa del municipio, Verónica Samperio. Ambos cargos coincidían en que esto no debe quedarse en el mero cumplimiento del mandato de los tribunales. Tanto vicepresidenta como primera edil piden que desde el PP se asuman responsabilidades por esta, definen, “barbaridad urbanística”.

Sobre ese movimiento rápido de la empresa propietaria de los terrenos, de FADESA, de sacar a subasta una parcela de allí, del Alto del Cuco, para edificar más de una treintena de viviendas.

Movimiento que Tezanos califica de “muy precipitado” ya que, antes que nada, se tiene que aprobar definitivamente el nuevo Plan de Ordenación Urbana de Piélagos y cumplir con las exigencias ambientales, que dice, son muy estrictas.

Además, Tezanos quiso lanzar un mensaje de tranquilidad tras las declaraciones de ARCA, que este pasado jueves criticaba en la SER que no se cumpliría con la restauración medioambiental que exigen los Tribunales, ya que en esa misma zona se construiría un parque de grandes dimensiones.

Seis meses tiene TRAGSA por delante para derribar la totalidad de las 214 viviendas ilegales. A partir de ahora, queda por solventar la situación de las decenas de inmuebles con sentencia de derribo que existe en Cantabria. Desde el ejecutivo esperan que la actualización de los planes de ordenación puedan salvar varias de estas viviendas.