Felipe Campos: "Urbanismo sabe que los quioscos tienen autorización para estar ahí"
El abogado de los propietarios alega que es la tercera vez que aportan documentación. Los propietarios declinan opinar sobre su situación y los bañistas esperan que se llegue a un acuerdo benficioso para todos
Santa Cruz de Tenerife
Diez días tienen los nueve quioscos que cercan la playa de Las Teresitas para conseguir la licencia que regule sus actividades y así evitar que el Ayuntamiento los cierre. La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz ya ha iniciado, de hecho, los expedientes que los declaran clandestinos. La resolución del Ayuntamiento considera a los quioscos negocios clandestinos al carecer de una licencia que les habilite para su negocio. Sin embargo, el abogado de los propietarios de los quioscos, Felipe Campos, cree que los quioscos son legalizables, porque "todos los negocios tienen autorización del Ayuntamiento, al que le consta este hecho".
Para Campos no es de recibo que se les notifique este tipo de cosas un 5 de agosto, o que le requieran un 10 de agosto para llevar a cabo las alegaciones en 10 días. "Y más cuando llevamos 3 años con el tema, cuando es la tercera vez que nos requieren algo y también la tercera vez que aportamos documentación", afirma. Además, el ultimátum les llega tras 30 años de servicio en lo que ahora se viene a considerar terreno de dominio público.
Los propietarios de los quioscos declinan comentar la noticia de su cierre. Aseguran que su abogado es quien lleva todas las gestiones y quien habla por ellos, aunque una de las dueñas aseguró que "no habrá cierre alguno".
Por otro lado, a la mayoría de usuarios de Las Teresitas les ha sorprendido la noticia del previsto cierre de los quioscos. Algunos consideran a los quioscos como parte indivisible de la playa, como un servicio "tradicional" para "sentarse y tomar algo". Están de acuerdo en que es preciso mejorar y reformar pero, en cualquier caso, no clausurar. Otros, sin embargo, sospechan que tras este ultimátum se esconden otras intenciones, aparte del mero bien de la playa. "Detrás de esto probablemente vengan los proyectos urbanísticos", ha declarado una bañista a la Cadena SER. "Hasta ahora no han molestado porque no ha habido intereses", remató.
Y todos, sin excepción, esperan que se llegue a un acuerdo beneficioso para todas las partes, incluyendo a los usuarios.