La sensualidad hecha voz
En dos décadas de trayectoria Sade se ha consagrado como una de las voces que la definen como eterna
Alcobendas
Sade es ante todo personalidad, en su voz y en su vida, tanto que llega a dar nombre a la banda que formó en 1983. Aquella formación inglesa de la que ya nadie habla, pero cuyos discos no dejan de escucharse. Por algo será, quizás por su exquisita combinación de R&B con el soul, el jazz y el funk o por la sensual interpretación de su vocalista y compositora.
Recorrido por la vida de la cantante británica Sade
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Helen Folasade Adu, de madre británica y padre nigeriano, a los cuatro años se fue con su madre a vivir a Inglaterra cuando sus padres se separaron. Durante su adolescencia no paraba de escuchar discos de Nina Simone, Peggy Lee y Astrud Gilberto, algo que evidentemente marcó el alma de sus canciones, aunque por aquel entonces ni se planteaba hacer carrera de su talento sino que se dedicó a estudiar moda en la facultad de Saint Martín. Hasta que hizo un casting para ser la cantante de un grupo de amigos de la facultad “mientras encontraban a la vocalista definitiva”.
En aquellos primeros años 80, al tiempo que estudiaba Sade abrió una boutique, pero su amor por la música la llevó a cantar en otro grupo cercano al funk y a los ritmos latino, donde descubrió el extraño placer de componer. En sus inicios se llamaba Arriba, luego pasó a llamarse Pride y, finamente, adoptó el nombre de Sade, que en realidad es la abreviatura del primer apellido de la cantante.
En 1984 la banda consigue un contrato y se convierte en el espectáculo de los clubs de Londres. Un fenómeno vertiginoso que llevó a su vocalista hasta las portadas de Vogue o Cosmopolitan, hasta que Sade llegó a convertirse en pocos meses en la reina del ‘cool’. En ese año grabaron su primer sencillo ‘Your love is king’ dentro del álbum ‘Diamond Life’ y un año más tarde llegó a ser uno de los pocos artistas que han protagonizado una la portada en la revista Time.
Sus fans se dispararon por todo el mundo mientras vendían cantidades abrumadoras de singles como ‘Smooth Operator’ o ‘Hang on to your love’, que permanecieron 98 semanas en las listas británicas y 81 en las estadounidenses.
Por aquel entonces Sade recibió el premio BPI al mejor álbum y un Grammy a la mejor artista revelación y en 1985 llegó ‘Promise', un evocador segundo álbum que cosechó éxitos como ‘Is it a crime’ o ‘The sweetest taboo’, que ha sido uno de los temas más oídos en la historia de la radio. Un éxito internacional que recibió también un disco multiplatino.
Tres años más tarde Sade volvió a reunir al grupo para grabar ‘Stronger Than Pride’, un disco con un filón de sencillos memorables como ‘Paradise’ con el que llegó su primera gira mundial, donde llenaban todos los conciertos.
Hasta que en 1992, Sade editó ‘Love Deluxe', otro éxito comercial con el que se ganó el reconocimiento de la crítica. En Estados Unidos permaneció 90 semanas en las listas y el tema ‘No ordinary love’ se incluyó en la banda sonora de la película ‘Una proposición indecente’, protagonizada por Robert Redford y Demi Moore. Dos años después se publicó otro recopilatorio y, por último, en 2000 ‘Lovers Rock’.
Desde entonces nada más se ha sabido, salvo que mantuvo un noviazgo con el periodista Robert Elms, aunque se casó con el director de documentales español Carlos Scola Pliego, hasta que se divorciaron en 1995. Un año después tuvo una hija con el músico y productor jamaicano Bob Morgan y, ahora, vive felizmente junto al químico Ian Watts en un pueblo tranquilo de Gloucestershire.
Un alma libre que en el año 2002 fue galardonada con el ingreso en la Orden del Imperio Británico, por sus logros musicales como entrar en el puesto 50 de las lista de los 100 mejores artistas de todos los tiempos, lo que también la convierte en una Diva Divina.