La ULL, de nuevo fuera del cuadro de honor del prestigio universitario
La Asociación del Movimiento Estudiantil Canario no cree que los últimos datos del Ranking de Shanghai reflejen la calidad real de la ULL. Tampoco entra dentro de las 10 mejores universidades españolas. Por otro lado, solo destina 300.000 euros para reparar infraestructuras, de los 16 millones previstos
Santa Cruz de Tenerife
La Universidad de La Laguna no entra dentro de las 500 mejores universidades del mundo según los últimos datos del prestigioso Ranking Académico de las Universidades del Mundo (ARWU) de Shanghai, hecho poco sorprendente si se tiene en cuenta que sólo 12 universidades españolas entran en ese intervalo. La ULL tampoco entra dentro de las 10 mejores universidades españolas. Aún así, Josafat González, portavoz de la Asociación del Movimiento Estudiantil Canario, no ve con buenos ojos los métodos de clasificación de éste ranking porque "se centra mucho en estudios tecnológicos y científicos", olvidándose de otros campos de la enseñanza, como artes o humanidades, que también son importantes "al formar un pensamiento crítico sobre la sociedad en la que se vive". Antes de producir la "tonelada" de artículos científicos, AMEC cree que lo importante es que la ULL, como institución pública, plantee unos estudios adaptados a la sociedad en la que se inserta para servirla de la mejor manera posible.
Por otro lado, González considera que los casi 300.000 euros que se han destinado para reparar infraestructuras en distintos centros de la Universidad, son todavía una cantidad minúscula en comparación con los 16 millones que se prevén en la partida asignada Plan de Mantenimiento. Aún queda mucho trabajo, por ejemplo, en edificios con humedades, goteras, o que requieren incluso de una restauración casi completa. Aunque no es lo único: González lamenta que todavía no se haya tocado el tema de la accesibilidad para minusválidos. "La Universidad tiene que luchar para que las personas con discapacidad puedan hacer su vida universitaria del mismo modo que el resto de alumnos". Al fin y al cabo, "está en juego la seguridad de los alumnos y de los trabajadores de la Universidad".