Réquiem por un vecino de 300 años
Camañas, en la provincia de Teruel, despide a su habitante más longevo, el olmo de la plaza del pueblo, que llevaba tres siglos siendo testigo de las vivencias de sus vecinos
Teruel
Los 125 habitantes de Camañas, en Teruel, dicen adiós a su vecino más longevo: un olmo que habrá visto de todo durante sus 300 años de vida. La grafiosis ha ido apagando su vida poco a poco. Bajo su sombra han conversado los mayores, su tronco vacío ha sido escondite y sus ramas, lugar de escalada para los niños de muchas generaciones.
Por ello, los vecinos de Camañas lloran su pérdida y le rinden un emotivo homenaje. "Uno de los habitantes del pueblo ha escrito una poesía que se leyó en el homenaje explicando la vida del olmo, cómo ha visto crecer y morir a gente", detalla Sara Ros, alcaldesa de Camañas.
El olmo, que sufre grafiosis desde hace tres años, morirá en los próximos días. Los habitantes de Camañas plantarán un nuevo olmo producido en los viveros del Ministerio de Agricultura para que la plaza del pueblo no se quede sin su mejor testigo.