Hoy blanco, mañana negro

Soria

El pacto alcanzado por PP y Ciudadanos entre Mariano Rajoy y Albert Rivera incluye la renuncia de estos últimos a suprimir las Diputaciones provinciales, una de las propuestas estrella en su programa electoral, aunque sí se reducirán las aportaciones que reciban por parte del Estado para sus presupuestos.

Vamos, lo que hace seis meses era un principio irrenunciable para Ciudadanos, que de acuerdo con sus cálculos permitiría ahorrar hasta 5.000 millones de euros, ya no es tan importante ahora para el líder naranja. Albert Rivera llegó a decir sobre las Diputaciones que eran “entes de dudosa utilidad, escaso control democrático y foco de corrupción” y debía promover "el recorte de duplicidades, chiringuitos políticos y gastos superfluos", decía textualmente.

El PP se negó a conceder luz verde a esta estrategia de suprimir las Diputaciones que seguirán, aunque, como digo, con una importante disminución en las aportaciones que realicen las administraciones regionales y estatales.

Al PSOE, por su parte, no le interesa lo más mínimo que desaparezcan estas entidades provinciales porque en la actualidad gobierna 18 de las 38 diputaciones provinciales. El PP preside 15, CiU 4 y el Partido Aragonés una diputación. En 2011 los socialistas presidían 7 diputaciones

Otra historia es el papel que juega cada Diputación en cada provincia, y la importancia en función a la población o su superficie. En Soria, por ejemplo, el papel de la Diputación es crucial y en otros sitios, seguro que no lo será tanto. Pero, claro, analizar caso por caso es materia imposible para estos políticos que son incapaces de ponerse de acuerdo ni con ellos mismos. Y, mucho menos, bajar a pie de calle en ciudades pequeñas donde no hay rédito electoral. Eso sí que resulta complicado.