El proyecto Leyma Básquet Coruña 16/17 en pequeñas píldoras
A Coruña
Han pasado ya varios meses desde que el balón naranja dejó de resonar en el parqué de Riazor. Hay mono de baloncesto pero cada vez falta menos tiempo para que los aficionados coruñeses podamos disfrutar de un equipo que el pasado año consiguió ilusionar.
En los siguientes párrafos intentaré analizar brevemente las líneas maestras del nuevo proyecto:
-Renovaciones. Desde el club la idea estaba clara: si algo funciona intenta cambiarlo lo menos posible. No iba a ser fácil pero iban a intentar retener al cuerpo técnico y al mayor número de jugadores que fuera posible. Como era previsible, el buque insignia del equipo naranja, Beqa Burjanadze, hizo las maletas y se marchó a la ACB (jugará en Morabanc Andorra), pero lo atractivo y ambicioso del proyecto convenció a Creus, Monaghan, Hernández, Peña, Abia, Zyle y Olmos para continuar. Que Tito Díaz siguiese a los mandos tuvo también mucho que ver en su decisión. Ben Stelzer estaba también renovado pero, cosas de la vida, decidió abandonar el baloncesto y regresar a su país para dedicarse a otros asuntos. Echaremos de menos su trabajo y el arma mortífera que era su muñeca. El equipo mantiene, por tanto, una base sólida.
-Continuidad. La filosofía y/o idea de juego está clara y asumida por el 70% de la plantilla. El Básquet Coruña, con esta línea continuista, parte, a priori, con ventaja con respecto a otros clubes de la categoría que tienen muchas piezas nuevas que encajar y engrasar. Habrá que hacerlo valer en las primeras jornadas para evitar las urgencias que vivimos el pasado curso en el arranque.
-Experiencia. El pasado ejercicio el equipo contaba con muchos "novatos". Monaghan y Stelzer vivían su primera experiencia profesional después de abandonar la universidad. Zyle, Orlov y el dominicano Peña (llegó mediada la temporada) nunca habían jugado en la LEB Oro. La tendencia cambia este año. Sólo dos jugadores de la plantilla naranja, Djuran y Mikulic, no conocen la categoría.
-Desde el inicio. Una de las gratas sorpresas del pasado año, el dominicano Dago Peña, está a disposición del cuerpo técnico desde el primer momento y podrá hacer toda la pretemporada junto a sus compañeros. El explosivo alero ya dejó gratas sensaciones en varios partidos y las expectativas puestas sobre su figura son grandes. Está llamado a ser uno de los líderes del equipo y una de las referencias de la competición.
-La confirmación. Zach Monaghan firmó una notable temporada rookie. En la serie de playoffs que enfrentó al Leyma con el Baloncesto Melilla vivimos su explosión. Dos actuaciones sensacionales en la ciudad autónoma llamaron la atención de ojeadores, prensa y aficionados. Que haya elegido A Coruña para seguir creciendo es todo un detalle por su parte.
-Un regreso. A Coruña ha recibido con los brazos abiertos a un valenciano que sentimos como nuestro. Javi Lucas ya conoce la casa, tiene copia de las llaves y no necesita llamar para entrar. Después de dos años en los que le han exigido jugar de cinco en muchas ocasiones regresa al lugar donde más ha disfrutado como profesional y mejor ha jugado al baloncesto. Y con el maestro que ha sabido extraer lo mejor del pelirrojo ala pívot... No habrá problemas de adaptación.
-Cuestión de talla. Si por algo destaca, a primera vista, este Básquet Coruña es por la envergadura de sus pívots. Realmente el club ha reunido a verdaderas torres en la zona. El juego interior formado por Javi Lucas, Mikulic, Zyle y Olmos rebasa los dos metros y once centímetros de estatura media, la batería interior más alta de la liga.
-Dureza. Nuestros pívots son altos sí, pero les faltan kilos y masa muscular. Esto puede suponer que tengan dificultades para defender a cincos pesados y para cerrar rebote defensivo, quebradero de cabeza para Tito Díaz la pasada campaña. Ese problema heredado del pasado curso (destacar que Burjanadze fue nuestro máximo reboteador y no continúa) no parece haber sido resuelto con la adición de los nuevos fichajes, por lo que será importante la aportación de todos los hombres (y no sólo los pívots) para subsanar dicha dificultad. Sí dispone el equipo de tres aleros altos con buena disposición para este cometido. Además, la gran estatura de nuestros ala-pívots puede ser un hándicap a la hora de defender a cuatros móviles, si bien la versatilidad de Sabonis y Abia les permite ocupar dicha demarcación en momentos puntuales para equilibrar los emparejamientos con rivales más rápidos y dinámicos.
-Versatilidad. Tito Díaz y los suyos, como muchos otros entrenadores, valoran mucho a los jugadores capaces de desempeñar varias posiciones y asumir diferentes roles en la cancha. Casi todos los jugadores de la actual plantilla pueden jugar en al menos dos puestos en la cancha. Monaghan ya jugó el pasado año como base y como escolta, Ángel Fernández puede ocupar cualquiera de las tres posiciones exteriores, a los aleros Sabonis y Abia no se les caen los anillos por pasar al cuatro, Lucas, Zyle y Mikulic son capaces de jugar en la zona pero también pueden hacerlo de cara al aro y lanzar desde el perímetro...
-Profundidad de plantilla. Esta temporada, el Básquet Coruña cuenta, desde el inicio, con once jugadores útiles en plantel, lo que permitirá hacer frente a lesiones e imprevistos. Este aspecto me parece fundamental después de haber vivido el año pasado momentos muy complicados debidos a los problemas físicos de varios jugadores de la plantilla (acordaos también de cómo nos echamos a temblar cuando se rumoreó que el Fuenlabrada venía a llevarse a nuestro Beqa...)
-Huérfanos. Las lesiones nos privaron del mejor Chus Castro en la que fue su última temporada en el club. ¿Quién conectará ahora con la grada, quién nos sacará a flote en los momentos más complicados? Es cierto que hay varios candidatos a sucederle pero el vacío que deja en el club y en la afición va a ser muy difícil de llenar.
-Balcánicos. Después de dos temporadas, el Leyma vuelve a apostar por una pareja de jugadores balcánicos. Vujasinovic y Petrovic estaban llamados a marcar diferencias pero no lo hicieron a pesar de demostrar calidad. La situación es ahora diferente con Djuran y Mikulic. La actual plantilla es más amplia y dispone de más recursos que aquélla, por lo que el rendimiento de los nuevos no es tan apremiante, aunque se espera que poco a poco entren en dinámica y aporten cosas positivas.
-Lanzamiento exterior. Hemos perdido a los mejores tiradores del equipo, Stelzer y Burjanadze, amenazas continuadas desde 6,75 que no sólo lanzaban mucho, sino que tenían unos destacados porcentajes de acierto (superiores al 40%); abrían espacios para los unos contra uno de Olmos en la zona y generaban multitud de situaciones ventajosas para sus compañeros. No contamos ahora con tiradores puros. Djuran y Mikulic, que vienen a cubrir ese espacio, son una incógnita. Monaghan ha de ser más regular en sus intentos desde el perímetro. Creus estuvo increíble desde el triple el pasado curso pero todos sabemos que no es un tirador. Ángel ha ido mejorando poco a poco sus porcentajes y este año ha de dar un pasito más. Dago puede encestar pero no es un especialista. Lo mismo se puede decir de Sabonis. Abia no alcanzó el pasado año el 10% de acierto... En la posición de cuatro, Zyle y Javi Lucas tendrán que hacer horas extras para que su lanzamiento resulte más fiable.
-Ambición. Las declaraciones de los protagonistas dejan claro que este equipo pretende hacer algo grande esta temporada. Han sido varios los jugadores que han hablado ya de playoffs, de hacer algo grande, de devolverle al público el increíble apoyo brindado al final del pasado curso... Ilusión y ambición son dos palabras que resumen el espíritu de este grupo.




