Fidere no renueva el contrato de la líder vecinal anti ‘fondos buitre’

Madrid

Fidere, la sociedad que gestiona los pisos públicos de la EMVS adquiridos al Ayuntamiento de Madrid por el fondo buitre Blackstone, ha decidido no renovar el alquiler de Arantxa Mejías, la presidenta de la Asociación de Afectados.

Mejías, arrendataria de una vivienda de protección pública en la calle Jacobeo (Ensanche de Carabanchel), encabeza desde hace años las protestas y procedimientos judiciales contra la venta de pisos públicos de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid a este fondo de inversión en tiempos de Ana Botella (PP). El contrato vencerá el próximo día 6 de octubre.

Mejías defiende que tiene todos sus pagos en regla, que no adeuda ningún recibo y acusa a Fidere de estar vengándose por todo su historial de lucha contra la actividad de los fondos buitre en el mercado inmobiliario madrileño.

“Creo que no tengo ninguna multa ni siquiera del coche, y entonces no entiendo cómo por denunciar una operación tan opaca como la que hizo Botella no hayan querido renovarme cuando en el caso de otros vecinos cuando se les acababa el contrato les han mandado una carta para sentarse a negociar las nuevas condiciones, es que a mí ni siquiera me han dado la opción de pagar más por el alquiler de mi casa”, denuncia.

Fidere, en el escrito que le ha enviado, alega que “tal y como dispone el artículo 10 de la vigente Ley de Arrendamientos Urbanos, y una vez transcurrido el plazo pactado establecido en la ‘estipulación segunda’, pongo en su conocimiento, dentro del plazo legalmente establecido de treinta días, nuestra voluntad de no prorrogar el citado contrato de arrendamiento debiendo poner a nuestra disposición el citado inmueble en el mismo estado en el que se le hizo entrega procediendo, una vez realizadas las necesarias comprobaciones, a la devolución de la fianza depositada”.

Comisión de investigación municipal

El pasado 1 de julio, Mejías compareció ante la comisión de investigación municipal sobre la venta de pisos sociales y fue la que puso cara y voz a la angustia, al sufrimiento y a la incertidumbre de las familias afectadas. De las que aún viven de alquiler en esas viviendas que un día fueron sociales y también de las que han sido expulsadas por no poder pagar el recibo.

La presidenta defendió entonces que los okupas son los del "fondo hiena" Fidere, que suben progresivamente los alquileres supuestamente sociales un 43% y limitados únicamente a tres años, cuando algunas de las promociones tenían derecho a la compra pasados diez ejercicios.

Arantxa vive en una urbanización de Carabanchel, cuyo contrato vence en octubre. Por el alquiler pagaba 700 euros, cantidad a la que tuvo que ir sumando una subida de un 15 por ciento el primer año, un 10 el segundo y un 12 el tercero.

"No pedimos caridad", remarcó durante su intervención en la comisión de investigación. "Son condiciones leoninas si quieres quedarte en el que es tu hogar desde hace diez años, o asumes las condiciones o te vas del piso”. La venta a Fidere es un "caramelo para los fondos de inversión" porque ella, tras una década, lleva pagados 70.000 euros mientras que el fondo de inversión se hizo con su casa por 60.000. "Son las más caras de la historia", ironizaba.

Hace dos meses, Mejías ya denunció que se ha desahuciado a inquilinos que jamás se habían retrasado en el pago, especialmente "a los más reivindicativos de la asociación". También apuntó que los inquilinos que trae Fidere pagan menos que los procedentes de la EMVS.

"La EMVS tiene que amparar a los ciudadanos pero vendió las viviendas a un fondo de inversión para hacer negocio con morosos, o bichos, dentro. Ellos (la EMVS) no desahucian para que Ana Botella no quedara mal", explicó.

Sí tiene constancia de que en alguna urbanización se ha producido okupaciones por parte de familias pero ha indicado que los okupas son los responsables de Fidere. "Siento que los okupas son ellos, que han okupado mi casa. Con el anterior gobierno han venido a okupar", alegó.

Tratamiento farmacológico

Mejías también aseguró ante representantes de Ciudadanos, PSOE y Ahora Madrid, porque "el PP hoy estaría ocupado", que nadie de la EMVS les informó de la venta a Fidere ni de sus consecuencias. El resultado es que les han "hipotecado la vida" y se ha traducido en que algunos afectados se ven obligados a seguir un tratamiento farmacológico por la "ansiedad" generada.

La venta se produjo cuando los contratos iban a empezar a vencer a los pocos meses. La EMVS no les informó oficialmente, se enteraron por un enorme cartel instalado y por el cambio en el recibo, donde la empresa municipal fue sustituida por el "fondo hiena" Fidere, "que se come la carroña financiera y se ríe de los inquilinos".

Mejías entiende que el fondo de inversión quiere hacer negocio "porque no son una ONG" pero sí tenía que velar la EMVS por la función social y la situación de los vecinos. "Mi casero es un fondo de inversión, que dicen que no entienden lo social, que no son una ONG", ha apostillado.

Una vez que Fidere es quien aparece en los recibos, únicamente han hecho "lavados de cara" cuando vienen dirigentes del fondo, ninguna inversión nueva, pero aun así les suben en su promoción los gastos de comunidad hasta llegar a los 110 euros mensuales, según su relato.

"Carabanchel no es la Milla de Oro, a lo mejor va a ser la Moraleja 2", ha ironizado antes de decir que todavía siguen buscando la piscina cubierta que debería al menos haber con un recibo de esas cantidades.