La Bienal recupera la 'Triana Pura' con los veteranos

La noche de este sábado, 10 de septiembre, ha sido para recordar. El cruce generacional fue lo más destacado en la noche de ayer. Fue la noche de la vista atrás, de recordar a los que se fueron, a los que no están. Al Títi de Triana, al Tragapanes, a La Perla. Fue volver a la Triana de los 50 y 60, la que se perdió por éxodo impuesto por la dictadura franquista, por los planes urbanísticos sin piedad. La primera en salir fue la siempre elegante Ana Maria Bueno, le siguió José Galván que desde el principio se hizo un público entregado. Compartía baile con la trianera Milagros Mengíbarr y Manolo Marín era el último en pisar el escenario y el último en salir. Fueron continuos los aplausos de un Teatro de la Maestranza con los 1.800 asientos ocupaos, para poder ver los tanguitos de Triana y los movimientos de cadera de Manolo Marín. Y el gran artífice ha sido el galardonado Rubén Olmos.

Mientras las glorias del baile como la Mengíbarr o José Galván nos llevaban a la Triana perdida, un grupo de jóvenes como Saray de los reyes reivindicaban su sitio. Lo hacían en el claustro del Monasterio de Santa Clara, sede de la Bienal de Sevilla.

Antes, a las 19:00 horas, salía al escenario del teatro Alameda José Enrique Morente para presentar su primer disco.