Puerta grande para Diego Ventura y Juan Manuel Munera en la corrida de rejones
Cuarta de abono en la plaza de toros de Albacete en un festejo que no colgó el cartel de "No hay billetes" por muy poco
Albacete
La terna estuvo compuesta por Andy Cartagena, Diego Ventura y el albaceteño Juan Manuel Munera. Los toros fueron de la ganadería de Pedro Gutiérrez Moya "El Niño de la Capea" y el encierro estuvo remendado con dos toros de Sánchez Sánchez.
Andy Cartagena tuvo en suerte a un primer oponente que desde el tendido pareció mucho mejor de lo que era y que no propició el lucimiento del jinete por tener "un peligro sordo" según manifestó el propio rejoneador al micrófono de Radio Albacete nada más dar muerte al astado. En el cuarto, un noble ejemplar de la ganadería titular, Cartagena se metió al público en el bolsillo con su excelente doma y su buen hacer en todos los tercios y cortó una oreja que de no haber sido por la incomprensible decisión de Don Joaquín Coy, presidente del festejo de hoy, hubieran sido dos. El público abucheó con fuerza al palco y obligó al jinete a dar tres vueltas al ruedo.
Diego Ventura demostró hoy en Albacete por qué es una de las máximas figuras del escalafón de rejoneadores y en el primero de su lote cortó una oreja tras una buena faena acompañada de su excelente cuadra de caballos. El fallo en la suerte suprema privó al portugués de una hipotética segunda oreja. En el quinto de la tarde, un manso de San Pelayo, Ventura demostró las ganas que tenía de abrir la puerta grande y puso todo de su parte para lograrlo buscando cuidar mucho al toro por fases y tirar de una magnífica doma a lomos de "Roneo" y "Remate". Tras una buena ejecución de la suerte suprema y aunque el toro tardó algo en doblar, la presidencia le otorgó los dos apéndices del astado y el portugués salió a hombros tras cortar tres orejas en el cómputo global.
Juan Manuel Munera cumplía hoy un año de alternativa y a pesar de ir detrás de dos figurones del rejoneo en el cartel, no se amedrentó y demostró las ganas que tiene de triunfar en un mundo en el que cada vez es más complicado por la reducción del número de festejos. En su primero hizo una buena lidia y solo el fallo con el acero propició que no tocara pelo. En el que cerró plaza el de Villarrobledo puso todo de sí para acompañar a Diego Ventura por la puerta grande y tras una faena llena de buen hacer y de dominio a su oponente, despachó al de Carmen Lorenzo con una efectivo rejonazo que hizo rodar al astado sin puntilla y que permitió que consiguiera cortar las dos orejas del mismo.