Las sensaciones no puntúan

Valencia

En la Liga de las sensaciones, el Valencia no estaría colista. Ni mucho menos. A ráfagas es brillante con balón, desarbola al oponente entrando, sobre todo, por fuera. Genera llegadas constantes y podría llevar perfectamente una media de cuatro goles por partido. El encuentro de esta tarde contra el Betis no ha sido una excepción. Munir, Nani, el goleador Rodrigo Moreno e incluso Garay o Gayà han disfrutado de numerosas ocasiones como para haber firmado un desenlace muy diferente del real.

El problema para los futbolistas y, evidentemente, para Pako Ayestarán es que tres puntos más se escapan de Mestalla. Otra vez ante un rival que no es precisamente de los que, a priori, pugnan por entrar en Champions League cuando comienza la temporada. 

Al técnico, que tenía la coartada de la carencia de centrales antes del fichaje de Garay y Mangala, ya se le exigen resultados. Incluso a costa de renunciar a cierto grado de vértigo en los partidos. Lógico. El personal se divierte durante pero sufre después. No es agradable ni habitual ver al Valencia colista. Mucho menos con cero puntos a estas alturas de la temporada.

Todo lo que no sea puntuar en Bilbao va a convertir el siguiente encuentro contra el Alavés en Mestalla en una noche de cuchillos largos. Para conseguir ese equilibrio defensivo innegociable, la primera cuestión que debe analizar el técnico es adelantar a Cancelo para dar entrada a Montoya. El carril derecho es una coladera hace un año. No verlo, y solucionarlo, sería un pecado mortal del entrenador.