‘Rasmus y el vagabundo’, un libro de Astrid Lindgren para leer en familia

Cuenca

La creadora de Pipi Calzaslargas, la escritora sueca Astrid Lindgren escribió decenas de cuentos y personajes infantiles. En nuestras recomendaciones de lectura recuperamos uno de sus libros dirigidos a un público infantil y juvenil que también pueden leer los padres. ‘Rasmus y el vagabundo’ es la elección de esta semana de Olga Muñoz, la coordinadora de las bibliotecas municipales del Ayuntamiento de Cuenca.

El comentario de Olga Muñoz

Como otras obras de esta autora, es un libro que refleja su visión optimista pero fuertemente apegada a la realidad, de la vida y sobre todo de la infancia.

Rasmus es un niño de 9 años que vive en un orfanato. Como los otros niños desea con todas sus fuerzas que le adopten y marcharse a vivir a una casa. Pero las parejas que van al orfanato terminan adoptando niñas con el pelo rizado. La disciplina del orfanato no encaja mucho con el espíritu libre de Rasmus, y un día, tras un pequeño malentendido con la directora, a la que acaba lanzando un cubo de agua que iba dirigido a un compañero, decide marcharse.

Para Rasmus, la familia ideal es un matrimonio de personas guapas y ricas, pero en su lugar encuentra un vagabundo, Óscar. Con él vive diversas aventuras, muchas de ellas divertidas, contagiado por el alma libre y alocada de Óscar, pero también enfrentándose a peligros y prejuicios. Esta aventura, caminando siempre sin rumbo fijo, enseña a Rasmus cosas más importantes que el dinero o la belleza: la amistad, la valentía.

Lo más importante del libro es que no nace de una necesidad o un encargo de “enseñar valores” a los niños, sino que estos valores se desprenden del relato y se ponen al servicio de la narración, de la inmensa habilidad de Lindgren como narradora, de su estilo sutil.

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Como sucede en Pipi Calzaslargas, el niño vive de una manera que no es la socialmente aceptada y los adultos que viven conforme a esas rígidas normas nos resultan antipáticos, fríos. Óscar, en cambio, encaja en ese mundo en el que se puede vivir libremente, vagabundear, no trabajar, hablar con unos y otros, pero ambos se mueven por la honestidad y un profundo sentido de la justicia.

A pesar del tono alegre, de las anécdotas divertidas, el relato no elude la realidad y tiene un trasfondo triste: Rasmus viene de un orfanato y el niño siente de una manera muy presente la soledad y la necesidad de afecto. Aunque Lindgren no se recrea en la tristeza, y el argumento avanza a buen ritmo, no elude esta situación.

Además de ser un excelente relato, tenemos en la biblioteca una edición muy cuidada, de gran formato y con unas fantásticas ilustraciones de Pablo Auladell. Este estilo se caracteriza por “rostros dulces y expresivos; hábil mezcla de texturas, líneas y colores; paisajes con profundidad, planos cortos y detalles”. En general el estilo de este ilustrador es “Elegante, lírico y delicado pero también inquietante y rotundo”.