La ausencia de tres socialistas al votar la Ley Turística de las Islas Verdes agrava la crisis del pacto iniciada en Sanidad
Dolores Corujo, Gabriel Corujo y Gustavo Matos abandonan el pleno del Parlamento para no apoyar el texto. Los consejeros del PSOE arroparon a Morera en su comparecencia, que no contó con la presencia de los responsables de las áreas nacionalistas

Cámara parlamentaria canaria / CADENA SER

Santa Cruz de Tenerife
Si ha habido una Consejería puesta en entredicho en las últimas semanas ha sido la de Sanidad. Con reproches, desde el propio gobierno regional, por el extra gasto presupuestario que ha llevado a cabo en lo que va de 2016. El consejero Jesús Morera, en el ojo del huracán, con críticas de sus compañeros de Coalición Canaria y alabanzas de los socialistas, fue el centro de atención ayer en el Parlamento. Por la mañana, Morera vio cómo los suyos escenificaban el apoyo a su gestión arropándole durante su comparecencia. Ninguno de los consejeros de Coalición ocupaba su asiento en esos momentos. Pero si hubo una ausencia que crispó ayer los ánimos tanto en el hemiciclo como en los pasillos de la Cámara fue la de tres consejeros socialistas durante la votación de la Ley Turística de las Islas Verdes. Entre los consejeros que rompían así la disciplina de voto impuesta desde el PSOE se encontraba la presidenta del grupo parlamentario Dolores Corujo.
En el orden del día de la primera sesión plenaria tras las vacaciones veraniegas, en la jornada del martes, Morera ha tenido que abordar tres comparecencias sobre asuntos dispares, pero de primera línea: listas de espera, servicios de urgencia, oferta de especialidades médicas o la gestión de los hospitales públicos de las islas orientales. Al margen de las continuas alusiones a las tensiones en el pacto de gobierno regional a cuenta de su gestión.
Pues bien, el consejero ha dado sus explicaciones casi en solitario. De sus compañeros de bancada azul (la que ocupa el Ejecutivo), sólo han estado presentes sus compañeros de partido, los socialistas Patricia Hernández y Aarón Afonso. Pese a ello, Morera ha tratado de quitar hierro a las discrepancias suscitadas en el gobierno. En dos de sus intervenciones ha explicado que la única guerra que debe haber “es la de buscar más financiación” para encontrar las soluciones oportunas “para tener la sanidad que queremos”.
Unas palabras y una situación de soledad que han sido replicadas por los grupos de la oposición. Desde el grupo mixto Ramón Ramos ha señalado que “en sanidad no ha de haber guerras políticas”. Más comprensivo ha sido Juan Márquez, de Podemos, que le ha expresado su solidaridad y sus preferencias: “entre Clavijo y Morera, me quedo con usted”. Menos condescendiente ha sido el diputado del PP, Guillermo Díaz Guerra, que ha lamentado que se le cuestione “personalmente”.
Mensajes de apoyo que también recibió de los grupos que sustentan al gobierno. La nacionalista Elena Luis ha señalado que se necesita “mejorar la eficacia” para, a continuación desearle suerte “en su ardua tarea”. El socialista Marcos Hernández ha echado de menos la falta de acuerdo parlamentario para pedir un “aumento presupuestario” con el que paliar el déficit crónica sanitario en las Islas.
Ya por la tarde, la Cámara regional vivió un episodio que tensa aún más la complicada situación que atraviesa el pacto regional. La llamada Ley Turística de las Islas verdes ha sido aprobada en el Parlamento por 42 votos a favor y 11 en contra con la sonada ausencia de la Cámara de tres diputados del Partido Socialista: la presidenta del grupo parlamentario, Dolores Corujo; el grancanario Gabriel Corujo y el tinerfeño Gustavo Matos.
La 'espantada' se ha interpretado como una indisciplina de voto por parte de los tres diputados, que se han destacado por sus constantes críticas a la Ley del Suelo. En especial, por su negativa a simplificar los procedimientos de evaluación ambiental, que, a su criterio, también faltan en la norma aprobada ayer.
Los aspectos más criticados por parte de Nueva Canarias y Podemos, fueron las, a su jucio, similitudes del texto inicialmente propuesto por el Cabildo de La Palma. Para ellos, eliminaba las restricciones a la capacidad de carga de La Palma, La Gomera y El Hierro, permitiendo modelos de turismo de masas.
Precisamente, el PSOE había presentado una en enmienda in voce en la que proponía que se exigiese el control ambiental.
La enmienda estuvo a punto de no ser siquiera leída en el Pleno, dada la oposición frontal de Podemos, que reclamaba que el texto volviese a la comisión parlamentaria correspondiente para abrir un proceso de participación ciudadana. Incluso llegó a calificar de poco democrática la tramitación de la Ley, algo que indignó al diputado proponente, Manuel Marcos Pérez.
La otra gran protagonista del pleno de ayer fue la aprobación de la Ley de Crédito extraordinario. Salió adelante a última hora de la noche, sin ningún voto en contra, 34 a favor y 14 abstenciones, pese a las críticas de Román Rodríguez respecto a la distribución del dinero. Para él, mucho para la paga extra de los funcionarios y muy poco para Sanidad.




