La guerra por la sucesión en el PSOE canario entra en el Parlamento regional
La 'espantada' de Matos y los Corujo durante la votación de la Ley Turística de las Islas Verdes llega con el trasfondo de la batalla por la secretaría general en el próximo congreso de los socialistas canarios, compromete aún más el pacto de Gobierno y evidencia el cisma en el partido. El portavoz del grupo parlamentario, Iñaki Lavandera, advierte de que se tomarán medidas contra los diputados que rompieron la disciplina

La presidenta y el portavoz del grupo parlamentario socialista en el Parlamento de Canarias, Dolores Corujo e Iñaki Lavandera, respectivamente. / Efe

Santa Cruz de Tenerife
La espantada protagonizada por la presidenta del grupo parlamentario socialista, Dolores Corujo, acompañada por Gustavo Matos y Gabriel Corujo significa que la guerra por la sucesión en la secretaría general del PSOE canario ha llegado a la Cámara regional. Como colofón a una de las semanas más complicadas para el pacto de Gobierno, marcada por la crisis por el sobregasto detectado en Sanidad, la acción de los tres diputados ha caído como una bomba entre sus propios compañeros. El malestar que corrió por los pasillos del Parlamento tras conocerse la jugada de los dos Corujo y Matos era monumental. Los corrillos socialistas no daban credibilidad alguna a las tibias explicaciones de los implicados, asegurando que era su oposición a la Ley del Suelo (con la que encontraban enormes similitudes en de la Ley Turística de las Islas Verdes que se aprobó ayer) la que les impedía votar a favor.
Todos daban por sentado que era un paso más en la estrategia de desgaste del pacto y, por extensión, de la vicepresidenta del Gobierno, Patricia Hernández, por parte del sector que pretende disputarle el liderazgo del partido en el próximo congreso (se celebre cuando se celebre). Un sector al que pone rostro la mismísima (por ahora) presidenta del grupo parlamentario. Es Dolores Corujo a quien todos señalan como candidata a la secretaría general de los socialistas canarios por parte del sector alternativo a Hernández.
La maniobra sentó especialmente mal por cuanto que pilló a todo el grupo parlamentario con el paso cambiado. Ni una palabra de disidencia se había escuchado en la reunión previa a la sesión plenaria cuando se había tratado el punto de las Islas Verdes. Los prófugos aducen que no se molestaron en mostrar su disconformidad porque las enmiendas que habían desnaturalizado la ley (convirtiéndola en lo que Nueva Canarias calificó como “sobredosis de Ley del Suelo”) se habían cerrado de antemano con Coalición y se les habían planteado como “hechos consumados”. Por tanto, optaron por quitarse de enmedio. Según ha puntualizado Gabriel Corujo en la SER, tras reconocer que el motivo de su ausencia era no votar la Ley, “para no crear polémica”. Un objetivo que, evidentemente, no han conseguido ni de lejos.
En todo caso, la decisión de los tres diputados no quedará sin consecuencias. Su partido no tiene intención de dejar pasar su ausencia en la votación. El portavoz de los socialistas en la Cámara Regional, Iñaki Lavandera, ha anunciado que se les pedirá explicaciones por una acción para la que, en todo caso, deberían haber pedido autorización. Y ha agregado que, en caso de no resultar satisfactorias, se aplicará el Reglamento, lo que significaría una sanción económica. Como mínimo y de momento.
Lavandera reclama a sus compañeros de bancada que reflexionen sobre la conveniencia de poner sus intereses particulares por encima de los generales, arriesgando la estabilidad de un pacto de Gobierno que supone que los socialistas ocupen áreas sensibles para la ciudadanía, “que, en definitiva, es para lo que nos hemos presentado a las elecciones”.
La maraña se embrolla todavía más si se tiene en cuenta que el argumento esgrimido por los prófugos pasa por las críticas a la Ley del Suelo, cuyo espíritu, en su opinión, impregna el texto de la Ley Turística de las Islas Verdes. Y lo que es peor, que se apoyan en el supuesto respaldo del actual secretario general, José Miguel Pérez, que siempre se ha mostrado crítico con el anteproyecto del Suelo, que se debatirá en breve en la Cámara regional.
Así las cosas, si el grupo parlamentario plantea tomar medidas contra los dos Corujo y Matos pero la Ejecutiva Regional se enroca en su defensa, alegando que la negativa a votar se basa en los postulados defendidos por el PSOE canario, el atasco está servido. Y el espectáculo que se viva en el Parlamento una vez que la Ley del Suelo entre por la puerta alcanzará, probablemente, audiencias propias de los buenos tiempos del culebrón. Por más que Héctor Gómez intente que los trapos sucios se laven en casa y sin televisar cada movimiento.




