“Sevilla. La primera vuelta al mundo. 1519”
El libro se presenta hoy en el Alcázar de Sevilla. incluye una lámina que reproduce cómo era la Sevilla de entonces casa a casa, con una minuciosidad y exactitud que ha sido posible gracias al trabajo de un grupo de historiadores, arqueólogos, cartógrafos y topógrafos
Sevilla
El libro "Sevilla. La primera vuelta al mundo. 1519" incluye una lámina que reproduce cómo era la Sevilla de entonces casa a casa, con una minuciosidad y exactitud que ha sido posible gracias al trabajo de un grupo de historiadores, arqueólogos, cartógrafos y topógrafos.
La Giralda sin el remate del campanario, las Atarazanas completas, la ciudad amurallada y sus puertas antes de su monumentalización, el río Tagarete plagado de molinos y lamiendo esas murallas y hasta el quemadero de la Inquisición en el Prado de San Sebastián, los alfares de Triana y los molinos de pólvora y la distribución portuaria junto a la torre del Oro se aprecian en la lámina levantada por el dibujante Arturo Redondo.
El volumen, que pertenece a la colección "Ríos de Historia", que mostrará la evolución de las capitales andaluzas en su relación con el agua, supone "una topografía magallánica y una descripción de la ciudad en los primeros momentos de las relaciones con América y el lejano Oriente", ha dicho a Efe el historiador Fernando Olmedo, coordinador de la obra que se abre con un prólogo del hispanista John Elliot.
Elliot señala en su texto que el viaje iniciado por Magallanes, portugués al servicio de España, y culminado por Juan Sebastián Elcano tres años más tarde, quien regresó con solo un barco y 18 hombres de las cinco naves que partieron con unos 250 "señala el arranque de lo que hoy llamamos 'globalización'".
"Este mundo único debía mucho de su creación a Sevilla, una ciudad donde 'el agua corriente y el mar, los ríos y los puertos' confluyeron en una fructífera unión que cambiaría la faz de la historia", concluye su introducción John Elliot.
Como ejemplo de la ciudad cosmopolita, Fernando Olmedo ha recordado que la tripulación de aquella expedición que salió con la misión de circunnavegar el Planeta -y comprobar sus dimensiones para comprobar si las Islas de las Especies pertenecían a Portugal o España-, conformada por franceses, alemanes, griegos, portugueses, italianos y españoles.
"Fue un viaje iniciado por un portugués, terminado por un vasco y narrado por un italiano, Pigafetta", ha señalado Olmedo al recordar también que la cantidad de especias que trajeron en la nao Victoria permitió afrontar los gastos de toda la expedición y vivir como hombres ricos a los 18 supervivientes.
El volumen, con docenas de dibujos que recrean la vida social y económica de la ciudad de la época, se abre con una inscripción de 1535 que figuró en la Puerta de la Macarena: "Extremo serás del mundo / Sevilla, pues en ti vemos / juntarse los dos extremos".
La cita se reproduce junto al grabado histórico de cómo era la Nao Victoria que, para transportar sobre carroza, se construyó para abrir las exequias del emperador Carlos V, impulsor y patrocinador de la expedición de Magallanes-Elcano.
También reproducen estas páginas mapas de 1519 en los que no figura el Océano Pacífico y un globo terráqueo de 1520, dos años antes del regreso de la expedición, así como un planisferio de 1525 ya con el Pacífico y con unas dimensiones muy aproximadas a las reales, y el dibujo de la costa occidental del continente americano.
Los textos que integran el volumen corren a cargo de especialistas como Antonio Miguel Bernal, sobre la trascendencia económica de la expedición, y de Vicente Lleó, quien describe el paso de la ciudad mudéjar a una urbe casi renacentista que Sevilla vivió entonces.
El libro será presentado mañana en el Alcázar de Sevilla, en un acto en el que está previsto que participen la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas