Hacia una Zaragoza más humana

Zaragoza

En el Centro Pignatelli de Zaragoza, al igual que otros centros jesuitas, se van a centrar este año en la idea de la ciudad y "estamos pretendiendo que nuestro centro sea el lugar para compartir y dialogar, para hablar de una ciudad donde las personas, sobre todo, las más débiles, sean las protagonistas, y no los coches", explica su nuevo director, José Luis Saborido, cura jesuita.  Hay que hablar de los niños y los ancianos en las ciudades, también de la agresividad, la violencia o la falta de respecto. "Zaragoza, Ciudad Humana" es la iniciativa.

José Luis Saborido procede de Valladolid, del Barrio de La Pilarica y en los últimos 8 años ha estado en Madrid, en la Conferencia de Religiosos de España, en el Área de Justicia y Paz, al frente de asuntos medioambientales. 

Acaba de llegar a Zaragoza, una ciudad con la que tiene relación desde "antiguo" porque la parroquia de su barrio de la capital castellano-leonesa era "muy parecida en la manera de trabajar a la parroquia del Barrio del Picarral; de alguna manera formábamos una cierta familia".

Ante la desafección de los ciudadanos ante la política y ante la iglesia, Saborido considera que la iglesia "nos publicitamos mal" y "se están haciendo muchísimas cosas a nivel de compromiso social y político". Considera que "se conoce poco porque la imagen que se da de la Iglesia  es prepotente, con toda la herencia del pasado" porque "han sido muchísimos años de Nacional - Catolicismo". Matiza que "se desconoce muy mucho lo que de fondo hay en la parte sana de la iglesia", "porque también hay una parte no sana de la iglesia, que el Papa Francisco la ha puesto de relieve". Puso como ejemplo las religiosas y religiosos implicados en temas sociales, como refugiados, inmigrantes o sin techo. También considera que se conoce poco la labor de los obispos.