Armengol da para más, ¿o no?
Armengol no sabía ayer a quién se estaba dirigiendo, una modorra habitual en quienes ocupan el poder. Su único interés era rebajar su discurso de izquierdas a una papilla para seres sin dentadura

'La línea roja' de Matías Vallés (21/09/16)
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Palma de Mallorca
No esperamos demasiado de los políticos de Balears, ni de los comentarios a ellos dedicados.
Sin embargo, el discurso decepcionante y desesperante de Francina Armengol eleva la desconfianza hacia nuestros políticos a límites insospechados.
La primera presidenta de Balears no presentó ayer su primer balance en el Govern, se limitó a confirmar que lleva un año sin vivir en Mallorca.
Tal vez el pluriempleo de Armengol como asesora para la investidura de Pedro Sánchez succiona su agenda. En tal caso, las izquierdas deben contratar a otra persona en el Consolat.
No nos atrevemos a colocar los problemas de Balears a la altura del drama que vive el PSOE estatal, pero conviene que alguien se preocupe de la comunidad desasistida por su presidenta y sin PP a la vista.
Armengol no sabía ayer a quién se estaba dirigiendo, una modorra habitual en quienes ocupan el poder. Su único interés era rebajar su discurso de izquierdas a una papilla para seres sin dentadura.
En estos casos, la excusa es que la presidenta se mostrará ma´s acerada y acertada en las réplicas de hoy. Sin embargo, el Govern exige la posesión del balón, el poder no se ejerce al contraataque.
Si su botella está medio llena, usted concluirá que se esperaba más de Armengol. Si está medio vacía, rematará que tal vez Armengol no da para más.




