Madera de líder

Valencia

Victoria trabajada, victoria merecida y con un marcador injustamente ajustado. Bienvenidos a la categoría en la que cada punto se gana a 'puro huevo' como diría el gran Manolo Preciado.

Estoy convencido, que son los tres puntos que mejor sabor de boca dejaron en el interior del vestuario granota, porque se consiguieron gracias a un enorme trabajo colectivo, silencioso, oscuro y que no computa en las estadísticas.

El filial del Sevilla es un equipazo, repleto de talento y que va a pintarle la cara a muchos de los 'gallitos' de Segunda. Al tiempo, dicho queda.

Su guardameta y héroe del ascenso, José Antonio Caro desquició a la grada y a Roger, al que le sacó dos goles cantados, sus defensas eran perros de presa perfectamente adiestrados en ese otro futbol que tampoco computa en los guarismos, pero araña segundos y genera inquietud.

La virtud del conjunto de Muñiz fue madurar el partido, sin cometer errores y sin perder un ápice de intensidad defensiva sobre Borja Lasso, que cayó en la tela de araña que tejieron Lerma y Campaña con la inestimable colaboración de Chema y Postigo que le cerraron todas las puertas de salida a sus malabares y a la sociedad que forma con Ivi.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Esa bendita paciencia, esa pausa marcando los tiempos del partido y no perder jamás la compostura premió al Levante, en el único error que cometió en las marcas el conjunto hispalense y después de trenzar un jugada que arrancó en Morales, filtrando un pase a la espalda del central andaluz, que Toño puso en el segundo palo y que Montañés con cierto suspense alojó en la portería sevillista.

El Levante recuperó el liderato, demostró que su regularidad es lo que le va a mantener en lucha por el ascenso y la afición ya prepara un desembarco masivo en Elche para arropar a una plantilla que tiene la ilusión de situar, en el menor espacio de tiempo posible, al club decano de la ciudad de Valencia en Primera división.