Sin 'plan B' toca golpear primero
El entrenador del Cádiz reconoce que a su equipo "le cuesta mucho jugar cuando les cambian el guión"

Diario AS

Cádiz
El Cádiz sabe a lo que juega. Una de las características del equipo de Álvaro Cervera, su principal característica, era su sello. Su seña de identidad. El orden táctico, la solidez defensiva y jugar al contragolpe. Pero esa virtud se vuelve contra ellos cuando el equipo sufre un revés en el partido.
Todo marcha sobre ruedas cuando los amarillos son quienes golpean primeros. El orden y el compromiso de los jugadores hacen que rara vez se escapen los puntos o que si sucede sea por situaciones especiales como la que se dio en Miranda ante el Mirandés. Ante Almería y Mallorca los gaditanos se adelantaron en el marcador y acabaron consiguiendo un punto, pese a los constantes ataques del rival. Lo mismo ocurrió ante el Levante.
Contra el Getafe los amarillos se adelantaron y consiguieron sentenciar jugando a la contra, justo lo que el técnico quiere. Ante el Numancia consiguieron los tres puntos tras hacer un partido sobrio y en el último minuto se acertó ante la portería rival.
El plan A funciona, pero el problema es que es el único plan. El plan B es la heroica, pues si mandar balones arriba y entrar rápido por las alas es la primera opción, cuando el equipo tiene que llevar la iniciativa ante la defensa del rival, entonces los de Cervera se atascan. Así lo reconoció el propio entrenador, que tras perder ante el Oviedo no dudó en asegurarlo. "Nos cuesta mucho jugar de otra manera cuando nos cambian el guion", decía.
"Todos los equipos juegan a algo", decía el entrenador, mientras apuntillaba que "cuando tienes que jugar a otra cosa ya no eres tan bueno". Del mismo modo, el entrenador aseguró que "planes hay muchos, pero hay que tener la capacidad de poder llevar a cabo otros planes".
También argumentó su forma de jugar asegurando que desde su llegada "el equipo juega mejor por arriba que por abajo. Cuando tiras un balón sabes que ese balón no te llevará al éxito, pero después de ese balón pueden pasar muchas cosas". Aún así el entrenador entiende a la parroquia amarilla "cuando el equipo vaya por detrás es normal que la gente pida algo más".
Así, con esas carencias y con la sinceridad del míster al reconocer los problemas del equipo para jugar de otra manera y cuando el guion no es el previsto, el plan B del Cádiz se convierte en cruzar los dedos para que salga el primer plan, golpear primero.




