Cuenca se desdice: "No existe Danko. Fue todo obra de Valentín Ion"
El 'cerebro' del crimen de los holandeses cambia su declaración inicial del interrogatorio, después de reconocer que pagó a Ion para que los matase porque las relaciones con la pareja de Visser eran muy malas: "Sabía que era su vida o la mía"

Momentos del juicio en el que se muestra el hacha utilizada para descuartizar a la pareja de holandeses, en presencia del acusado Juan Cuenca / Cadena SER

Murcia
Juan Cuenca, el 'cerebro' del doble crimen de la pareja holandesa, Ingrid Visser y Lodewijk Severin, ha reconocido que pagó dinero a Valentin Ion, uno de los dos rumanos implicados, para "matarlos", al sentirse amenazado por la pareja de Visser; "era su vida o la mía".
A preguntas de la fiscal, Verónica Celdrán, y durante el interrogatorio que se ha prolongado por espacio de dos horas, Cuenca se ha valido de frases del tipo "no me acuerdo, hace mucho tiempo que pasó y eso no es así", al mismo tiempo que se ha negado a contestar a algunas de las preguntas de la fiscal y, de una forma categórica, a las de la acusación particular, que representa a las familias de los fallecidos.
Uno de los momentos de mayor expectación ha sido cuando Cuenca ha implicado directamente a Serafín de Alba y a la testigo clave del caso, Maria Rosa Vázquez, en estos hechos. En el caso de De Alba, el propietario de los terrenos donde se hallaron los cadáveres, Cuenca ha explicado que lo llamó para avisarle de que iban a enterrar allí los cuerpos, por lo que sabía lo que había pasado; mientras que en el caso de Vázquez, que fue la persona que hizo las gestiones para alquilar la casa rural en Molina de Segura donde se cometió este doble crimen, ha dicho que "estaba informada de todo lo que podría pasar y se le explicó en todo momento, pero ha querido salvarse de todo".
Aunque Cuenca ha reconocido que fue quien contrató, previo pago, a los dos individuos rumanos porque llegó a temer por su vida, ya que Severin llegó a enviarle unos correos electrónicos con tono amenazante e incluso la foto de una pistola en el que decía 'nice' (bonita) y advertirle que tenía negocios con la mafia, ha dejado claro que él no formó parte del doble asesinato: "Yo no hice la tumba, no los enterré, no los maté y me quedé en estado de shock".
Según ha manifestado, fue Valentin Ion y Danko, esa persona que aparece en la declaración de Cuenca un año después de estar detenido y cuyo paradero y existencia no se ha podido demostrar, quienes mataron y descuartizaron a la pareja, les pegaron con objetos contundentes que llegaron a destrozarle los rostros y los metieron en bolsas de basura.
Cuenca ha explicado que había hecho negocios con la pareja de Visser, a fin de que pudieran cobrar la deuda que el club de voleibol tenía con la jugadoraque crearon una empresa en Gibraltar, donde ingresar sus beneficios de la venta de una cantera propiedad de Evedasto Lifante.
Inicialmente ha situado a Danko en el escenario del crimen y como autor de la muerte de los Visser, para después desdecirse. Ha pedido una ampliación de su declaración, y ha dicho que "Danko no existe y que todo fue obra de Valentín", la persona a la que pagó un adelanto de 1.200 euros para que matase a los holandeses.
En esta tercera sesión de la vista oral que se desarrolla en la Ciudad de la Justicia se ha producido un hecho que ha causado sorpresa cuando el principal acusado, Juan Cuenca, tras declarar durante hora y media y, después de un receso, solicitó prestar declaración de nuevo.
Mientras que hasta momentos antes había sostenido que en los crímenes actuó un supuesto Danko, del que solo decía que era Ruso, sin más detalles, en la ampliación ha negado la existencia de esa persona en el lugar del crimen.
Esta revelación en la que se desmentía a sí mismo la ha hecho después de que la fiscal le recordara, en su primera declaración efectuada momentos antes, que la presencia del supuesto Danko no la había hecho figurar en el escenario del crimen hasta un año después de ocurridos los hechos, por lo que no era creíble.
En esta declaración ampliatoria, Cuenca ha dicho que contactó con Ion para encargarle la muerte de Severein, si era necesaria, porque hasta entonces desconocía que iba a viajar a Murcia en compañía de Ingrid Visser.
También ha desmentido, como había sostenido hasta ahora, que los hechos se desencadenaran porque Severein había esgrimido una pistola y ha dicho que esta arma de fuego jamás existió.
Además, ha señalado que cuando conectó con Ion admitiendo como posible el asesinato, no se habló de una cantidad en concreto, pero acordaron que estaría en torno a los 12.000 o 15.000 euros.
Finalmente, ha insistido en que desconocía lo que se hizo con los cuerpos, aunque cuando los vio en la casa ya desmembrados y tapados con mantas al regresar de Valencia al día siguiente no supo qué hacer y salió de la casa en estado shock.
Maria Rosa Vázquez, la mujer que trasladó en su coche a la pareja de holandeses a la casa rural de Molina de Segura donde fueron asesinados, ha adelantado su declaración como testigo a esta tarde. También ha sido citada como testigo la propietaria de la casa donde en mayo de 2013 fueron asesinados los dos holandeses.
Rosa Vázquez estuvo imputada por estos hechos al comienzo de la instrucción, pero después se sobreseyó el caso para ella al considerar que cuando el principal acusado, Juan Cuenca, le pidió que le llevara a la casa rural sosa cáustica, una motosierra y bolsas de basura, no conocía los hechos que se iban a cometer.

Ruth García Belmonte
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UCAM, es la directora de Contenidos de la SER en la...




