Por un trabajo decente
La Firma de Pedro Brouilhet

Palencia
Hoy celebramos la jornada Mundial por el Trabajo Decente. Nunca como ahora es necesario celebrar este día. La crisis ha hecho que muchas personas pierdan su trabajo o tengan unas jornadas laborales que van en contra de los derechos fundamentales que tenemos las personas.
Conozco muchas historias con rostros concretos que nos hablan de un trabajo indecente. Padres que no pueden conciliar su vida familiar y laboral. Jóvenes a los que no les aseguran. Personas a los que les amenazan con no contratarles si exigen sus derechos. . Mujeres que cobran menos que los hombres. Gente que no sabe su horario laboral hasta el día anterior por la tarde. Jóvenes que son contratados en algunos establecimientos por su físico. Seguro que ustedes conocen muchos más casos.
Veo a mucha gente de mi entorno que están aceptando trabajos de jornada completa cobrando el salario mínimo interprofesional o mucho menos si les hacen contratos de formación y muchos los aceptan diciendo que prefieren eso a no tener ningún ingreso. No es digno ni justo.
Los jóvenes lo tienen mucho más difícil porque no les contratan ante la falta de experiencia y solo quieren que sigan estudiando y haciendo cursos, másteres, postgrados…
No se puede seguir asumiendo esta situación que cada vez va a peor, el futuro no se va a solucionar por arte de magia porque la realidad de cada día nos muestra unas políticas más duras, engañosas y manipulativas.
Hoy me uno a los actos que organiza la iglesia Unida por el Trabajo Decente. Muchas organizaciones de nuestra diócesis de Palencia con las que queremos animar a los responsables en el Gobierno, a los Sindicatos, Organizaciones Sociales, Organizaciones Empresariales y vecinos de nuestros barrios a colaborar para:
- · Poner en el centro a la persona, rompiendo la actual lógica de pensar y organizar el trabajo desde lo económico y los intereses de unos pocos.
- · Plantear el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo: Distribuir de manera justa y digna el empleo y reconocer socialmente todos los trabajos de cuidados, necesarios para el desarrollo de la vida.
- · Luchar por condiciones dignas de empleo: Sin la lucha por los derechos de las personas en el empleo no es posible humanizar el trabajo.
- · Articular de forma humanizadora el trabajo y el descanso.
- · Luchar para que el acceso a derechos fundamentales como la sanidad, la vivienda, la educación… no esté condicionado a tener un empleo.
Como dice el Papa Francisco. “El trabajo es un bien de todos, que debe estar al alcance de todos. Hay que abordar esta fase de grave dificultad y de desempleo con las herramientas de la creatividad y la solidaridad. La creatividad de empresarios valientes, que miran hacia el futuro con confianza y esperanza. Y la solidaridad entre todos los miembros de la sociedad, que renuncian a algo y adoptan un estilo de vida más sobrio, para ayudar a aquellos que pasan necesidades»




