De Palencia a París

Palencia

Al final del pasado verano se jubiló Mariano Bustillo, mi hombre del tiempo en Palencia. Su información y sus refranes me animaban a conectar la radio mientras terminaba de desayunar y tengo que decir que lo echo de menos.

Hoy me he acordado de él al leer una noticia en los periódicos sobre un Acuerdo, el Acuerdo de París le llaman, contra el calentamiento global de la tierra y el cambio climático que entrará en vigor en 30 días.

Al parecer este Acuerdo supone un hecho muy importante y curiosamente lejos de alegrarme me ha entrado miedo porque algo muy gordo debe estar pasando para que se pongan de acuerdo todos los países europeos, los Estados Unidos, los chinos, los Indios… y así hasta 197 países de pelajes muy distintos y que rara vez coinciden en algo.

Debe ser que esto del cambio climático no es algo pasajero sino que nos ha llegado para quedarse, desgraciadamente, y a lo que tendremos que acostumbrarnos porque no es algo lejano que solo afecta a los osos polares o a la Antártida sino que los efectos los tenemos muy cerca de nosotros.

Y se preguntarán que tiene que ver el recuerdo de Mariano Bustillo con el cambio climático, pues creo que bastante más de lo que parece. Durante muchos años escuchaba con atención a Mariano relatar sus informes mensuales y anuales y cantidad de veces terminaba diciendo que nos encontrábamos ante el verano más seco desde hace no sé cuantos años o que tal mes había sido el más cálido de las últimas décadas.

Hemos batidos todos los récords y es que ya contamos con datos objetivos y científicos suficientes para tener la certeza de que las cosas en la naturaleza están cambiando. Ya no son impresiones subjetivas u opiniones de los viejos del lugar sino que los datos y las estadísticas no dejan lugar a duda.

Y con estos cambios se modifican comportamientos de los animales y el propio paisaje que a poco que nos fijemos somos capaces de apreciar.

Las golondrinas que anidan en la ventana de mi despacho han adelantado en casi un mes su llegada. Los narcisos en los prados de la Braña que florecían en Mayo ahora en Abril ya están secos o la nieve que antes duraba todo el año en los glaciares de Fuentes Carrionas ahora no aguantan el verano sin derretirse. Han desaparecido muchas fuentes que siempre tuvieron agua y a los que nos gusta ir a esquiar a nuestras montañas cercanas lo tenemos cada año más complicado porque casi no hay días.

Podemos comprobar como aquí, en Palencia, los cinco años más cálidos en los últimos 160 años de registro histórico se han producido en las tres últimas décadas y parece que no hemos tocado fondo. Dicen que no tardando mucho y si no cambian las cosas, tendremos aquí el clima que ahora tiene Marruecos. Espero que se equivoquen porque no quiero ni imaginar todo lo que podemos perder.

Que los gobiernos firmen en París este acuerdo, está bien, pero las personas también tenemos algo que hacer. No voy a ponerme a repartir consejos porque tampoco hace falta, los hemos oído muchas veces y lo que tenemos que hacer es poner un poco más de nuestra parte porque este asunto es lo suficientemente importante como para se lo dejemos solo a los políticos.