Los rojillos perdonan y el Córdoba rescata un punto en Los Pajaritos

Soria

El Numancia volvió a pecar de su gran defecto esta temporada: no rematar al rival cuando es superior. Este sábado le pasó ante un Córdoba desaparecido en la primera parte, con un equipo soriano mucho mejor en juego, dominio y ocasiones que no supo materializar. Los cordobeses espabilaron tras el descanso y empataron en su única llegada clara. Igualada la contienda, también lo estuvo el juego, con reparto de puntos fina.

Desde el principio el Numancia dominó el esférico y el tempo del partido. En apenas tres minutos había provocado tres saques de esquina, que se saldaron sin consecuencia. Galarreta se internó en el área, pero su disparo lo interceptó lanzándose con todo el lateral Caro. Respondió Rodri en el lado contrario en una jugada similar, con Regalón cortando el chut del soriano del Córdoba. A renglón seguido Alfaro puso a prueba a Aitor Fernández (titular en la portería rojilla ante la ausencia de Munir, convocado con Marruecos) que despejó a córner el envío a la escuadra del cordobesista. Fue el último acercamiento andaluz al marco soriano, porque el Numancia empezó a mover la pelota y a hacer correr detrás de ella a los visitantes. Un disparo desviado de Ruiz de Galarreta y una falta colgada al área por Julio Álvarez precedieron al gol soriano. Nacho presionó a Samu hasta robarle el balón y cedérselo a Julio Álvarez, que vio el desmarque de Manu del Moral en el área, donde el delantero rojillo no perdonó ante Kieszek. Poco después el Numancia sufrió una baja importante, por la lesión de Ruiz de Galarreta, con una luxación del hombro izquierdo. Sendos centro-chuts de Manu del Moral y Marc Mateu volvieron a inquietar al portero polaco del Córdoba antes del descanso, al que se llegó con un merecido triunfo momentáneo de los locales.

En la reanudación Oltra movió banquillo con éxito, porque introdujo al extremo Bergdych por el mediocentro Caballero, pasando a un 4-1-4-1, con el que logró igualar la contienda en el centro del campo, resucitando a un Córdoba muy tocado en la primera parte. Además, la fortuna le sonrió, porque en su único remate a portería logró el empate, con un cabezazo de Caro a la salida de un córner. A balón parado tuvo su mejor ocasión Julio Álvarez, con un lanzamiento de falta rozando el palo, y poco después Nacho se confió tras una cabalgada con la que llegó hasta el área, pero perdió el esférico en el último momento. No hubo demasiadas ocasiones claras en la segunda parte, y el dominio era alterno para los dos equipos, con las defensas imponiéndose a las delanteras. Poca claridad en los metros finales era la tónica, con centros sin rematadores, despejes de los zagueros y un esfuerzo físico importante que acabaron pagando los dos conjuntos.