Los enfermos mentales, los invisibles
A Coruña
Hemos celebrado el Día Mundial de la Salud Mental, la gran olvidada cuando se habla de salud. Por ese miedo a la locura, a desconectar, entre los habitantes de las sociedades llamadas avanzadas. De nuevo la sociedad civil cubre los vacíos que deja la administración. Las Federaciones de familias con enfermos mentales han pedido visibilidad y denuncian la falta de ayudas para el cuidado de las personas afectadas. El servicio público aquí, al margen de la asistencia médica en un lugar en que mantenemos la milagrosa sanidad pública, es un erial. 30 mil ciudadanos y ciudadanas enfermos censados en Galicia, 10 mil en la provincia de A Coruña y ninguna ayuda específica. Sólo un centro de día en Carballo y tres centros ocupacionales promovidos por las familias con 35 plazas cada uno. Hablamos de personas que se han ido aunque están presentes sin problemas en su cuerpo. Hablamos de otras personas que pueden vivir con seguimiento constante y una medicación. Y hablamos de familias que se encuentran solas ante una situación que es imposible que entiendan. Vivimos en una sociedad que roza la locura y que da la espalda a aquellos más sensibles que sufren en su carne, a veces de forma pasiva, a veces de forma violenta, las consecuencias de esa vorágine. Son su espejo y no los quiere ni ver.
El aviador. Sobre la historia y la locura de Howard Hughes que llegó a ser el hombre más rico del mundo de su época, revolucionó la aviación civil, fue amante y amigo de Katharine Hepburn o Ava Gadner. Y padecía trastorno obsesivo compulsivo.