Cámara de Comercio cree que no es necesaria una banca pública en Navarra
La encuesta realizada a 140 empresas señala que no tienen problemas de financiación
Pamplona
Las empresas navarras no tienen problemas para acceder a la financiación y el 85% de ellas cree que Navarra no necesita una banca pública para promover su desarrollo económico.
Es el resultado de la encuesta realizada por Cámara Navarra a un total de 140 empresas de todos los tamaños y que ha presentado Cámara Navarra.
Por ello, la institución que preside Javier Taberna, cree que no es necesario crear una banca pública, objetivo del cuatripartito que apoya al gobierno de Barkos y que ha generado tensiones internas entre Podemos-Ahal Dugu y el departamento de Desarrollo Económico, que tuvo que anular la preadjudicación a AFI de los estudios previos sobre esta materia.
"Hay otras prioridades empresariales muy claras", ha dicho Taberna, "como apoyo público más decidido a la internacionalización, la digitalización empresarial o el acceso a avales".
La Cámara explica. no obstante, que si se implantara una banca pública, es imprescindible acotar en qué ámbito de la sociedad crearía valor una entidad financiera pública. En el caso de considerar que una banca pública se crea para facilitar el crédito a las empresas, el 82% de las encuestadas señala que la oferta de financiación en Navarra se ajusta a sus necesidades, además de que la gran mayoría no tiene problemas de financiación.
En el caso de constituirse, la Cámara de Comercio indica que la banca pública debería actuar de acuerdo a criterios de rentabilidad. Según explica, uno de los principales problemas de las entidades financieras es la morosidad y, en elc aso de una entidad pública, afectaría de manera indireta a los presupuestos públicos.
La Cámara considera que en el ámbito de la financiación empresarial sería adecuado potenciar y reforzar las instituciones e instrrumentos que ya existen en la actualidad en Navarra. Las carencias existentes podrian ser abordadas mediante el impulso y adecuación de las herramientas ya existentes, como las sociedades de garantía recíproca.