El Rey invoca el coraje de Asturias para alejar al país del désanimo
Don Felipe presidió la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, en la que Nuria Espert emocionó al Campoamor con un discurso de puro teatro
Oviedo
El Rey Felipe VI invocó este viernes, desde el escenario del Teatro Campoamor de Oviedo, la lealtad, coraje y nobleza de los asturianos como referente para alejar de España el desencanto o el desaliento. Don Felipe, que acompañado de la Reina Letizia, presidió la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, apeló también a la cultura como la clave para afrontar el futuro sin temor.
Sin alusiones explícitas al delicado momento político que atraviesa el país, las prevenciones expresadas por el rey hacia el pesimismo, el descanto o el desaliento que él quiere lejos de España parecían, no obstante, apuntar en esa dirección. En su discurso menos “político” de los últimos años, don Felipe puso el alma de Asturias como referente para todos, dijo, en un país que el monarca quiere de brazos abiertos y unido.
Ha sido pese a todo, la de 2016, una ceremonia con un notable componente político en los discursos de los galardonados, como las alusiones del novelista estadounidense Richard Ford a la gravedad que le provoca el riesgo de que Donald Trump se convierta en presidente de su país, o a las desigualdades de renta y el abatimiento económico de los españoles. O el reproche de la historiadora británica Mary Beard a sus compatriotas por olvidar su pertenencia a un continente.
La de este año pasará también a la historia como la primera en la que el espíritu del Teatro se apoderó de la ceremonia, con un emocionante monólogo de la Premio de las Letras, Nuria Espert, extraído de la obra ‘Doña Rosita la Soltera’ de Federico García Lorca, y la primera en la que se habla catalán, lengua que la Espert eligió para recitar un pasaje del 'Rey Lear' de Shakespeare.