Se acabó el Banco de Valencia

Valencia

Las rotulaciones del Banco de Valencia han desaparecido. El nombre del histórico banco, que ha convivido durante los tres últimos años con el nombre de La Caixa, la entidad que compró la sociedad valenciana por el simbólico precio de un euro, ha sido suprimido definitivamente en la cartelería de las sucursales.

La decisión, según explica el diario Valencia Plaza, tiene como objetivo reforzar la marca principal CaixaBank y pone fin a unas rotulaciones mixtas que prolongaron su vida simplemente por una cuestión sentimental.

A este observador no deja de sorprenderle la pasividad con la que los valencianos han asistido al desmantelamiento de Bancaja, Banco de Valencia y Caja de Ahorros del Mediterráneo, en poco más de una década, sin que se hayan producido acalorados debates y un aluvión de publicaciones.

La desaparición de este vestigio sentimental, que solo resiste en la cubierta de lo que fue la sede central de la entidad, ha coincidido esta semana con un juicio a José Luis Olivas, el último presidente del Banco de Valencia, por un supuesto delito contra la Hacienda Pública. Olivas, que también fue presidente del Consell y de Bancaja, asegura que nunca tuvo funciones ejecutivas en unas sociedades que acabaron en bancarrota y es lícito preguntarse qué papel jugo en el devenir de estas entidades financieras.

Es posible que los valencianos tengan merecida fama de meninfots, pero deberían saber que sin memoria es difícil construir un futuro.

Twitter: @XimoFerrandis