"No vuelvas sola. ¿Por qué?"

Córdoba

Córdoba. Viernes. Cuatro de la madrugada. Dos chicas jóvenes caminan juntas, charlando, por la calle Concepción. Cuatro chicos las increpan: "Eh, ¿Dónde váis tan solas?". "A tí qué te importa", responden. Y siguen caminando. Pero no se conforman con la respuesta. Se acercan a ellas. Uno coge a Elena por el cuello e intenta besarla. Otros se acercan a Marta para agarrarla también, le tocan el culo. Intentan zafarse de ellos mientras que sus dos parejas, Jose y Alejandro, que iban más retrasados, ven lo que está pasando y acuden en su ayuda. "Pero por qué le hacéis esto. "¿Es que no tenéis hermanas, hijas o madre?", les dice Jose, pero los jóvenes no se amedrentan, sino que los atacan. A Alejandro le rodean y le golpean. Le dejan un ojo morado. Jose lo defiende pero rápidamente recibe golpes por todo el cuerpo. Elena se pone delante de su novio y también se lleva un puñetazo en la cabeza.

"Pasaba mucha gente por la calle, pero nadie hizo nada", cuenta Elena con pesadumbre. Inmediatamente, los agresores se marchan, pero Marta consigue que un chico le preste el móvil y llama al 112. Llega la Policía Local y como las dos parejas iban siguiendo de lejos a los agresores indica quiénes son. La Policía los identifica y les informa de los trámites a seguir. Ellos acuden a un centro de salud para que se elabore un parte de sus lesiones y ponen una denuncia a la que ha tenido acceso Radio Córdoba.

Esta semana ha habido juicio rápido y petición de multas para los cuatro jóvenes. Pero son sanciones por las lesiones, nada sobre los abusos hacia ellas.

"No entiendo de esto, pero habría pedido que en el juicio se les diese algún sermón, algo educacional. O tal vez trabajos sociales para que ellos se conciencien de que no pueden ir así por la vida. Su reacción era que ellos habían actuado de manera normal, diciendo cosas a dos chicas solas, abordándolas, pero lo normal cuando van con sus amigos. Oye, eso no es lo normal", explica Elena tras el juicio.

Y es que es la primera vez que se enfrentan a una agresión así. Aunque los tocamientos se quedan en un primer estadio de abuso que está en un limbo legal. No hay violación, no hay nada que imputarles por ese comportamiento.

"Muchas veces ni siquiera la prensa refleja esta realidad para las mujeres, no es noticia", lamenta Marta. "Y no hay que llegar a eso, porque cosas así pasan cada día y para no llegar a esos extremos hay que educar. Para que no se tomen la licencia de ir diciendo cosas a mujeres por la calle, de agarrarlas. Por supuesto que no esperábamos que fueran a la cárcel. Pero alguna fórmula para que ellos comprueben que este tipo de hechos tienen repercusión y que se lo piensen para la próxima", pide Elena.

Ellas han optado por denunciarlo públicamente, para que se visibilice. Para reflexionar sobre las conductas que hacen que todavía ellas no anden tan tranquilas solas como ellos, por cualquier lugar, a cualquier hora.