De huevos, retrovisores y otras salvajadas

Palencia

Si son ustedes de los que en el día de ayer han estado en Palencia y han salido a primera hora a la calle, habrán podido comprobar el lamentable estado que presentaba la ciudad.

La primera en la frente me la llevé con una meada en el portal de mi casa, qué cosa más bonita!!. Y a partir de ahí el espectáculo no podía ser más repugnante. Verán, la última moda de la noche de Halloween debe ser la de lanzarse huevos crudos, no se muy bien con qué fin. El caso es que por toda la ciudad podían verse los restos de la batalla de huevos, y no sólo en el suelo, son muchos los escaparates de comercios y establecimientos que aparecían con varios huevos estampados.

Si uno decidía ir por el carril bici junto al parque Ribera Sur ya podían verse, además de los restos de huevos, los envases de cartón y plástico que antes contenían los dichosos huevos. Lo que sumado a la porquería que continúa invadiendo la ribera del río daban ganas de salir huyendo para no morir del asco. En Huertas del Obispo y aledaños, restos del botellón y demás basuras sueltas y esparcidas por mesas y suelo.

El remate es la noticia de esos simpáticos muchachos que, no teniendo nada mejor que hacer, se han dedicado a romper a patadas los retrovisores de varios coches en la calle Mayor Antigua. Se refería mi compañero Juan Francisco este lunes a esta gente como imbéciles, la verdad, me parece quedarse muy corto.

Quien parece divertirse a costa del trabajo y de los bienes de los demás para mí es un delincuente con todas las letras. Yo imagino hoy a todos esos comerciantes que, o bien tienen que dedicar varias horas a limpiar los restos de los huevos de estos salvajes o bien pagar un extra a quién habitualmente les limpian los cristales para arreglar el desaguisado. No digamos ya la gracia, y el desembolso económico de quienes han visto como su coche aparecía sin retrovisores por la diversión de esta gentuza.

Creo que ya está bien de tantas consideraciones, es el momento de, a lo mejor, cambiar las leyes. Si esta gente no sabe vivir en sociedad, respetar a los demás y comportase con dignidad y civismo, tendrán que ser sancionados de alguna manera. Al margen de, por supuesto, pagar los desperfectos e imponerles una sanción administrativa, se me ocurre, por ejemplo, que ya que el ayuntamiento no hace mucho por la limpieza de la ciudad podían ponerlos a ellos a limpiarla una larga temporada, a ver si así aprenden algo y ya de paso disfrutamos de unas calles y parques más limpios.