Partido trampa
A Coruña
Seis derrotas ensucian la trayectoria del Calzados Robusta (Club Baloncesto Clavijo) en este inicio de competición. El equipo de Logroño todavía no sabe lo que es ganar por lo que el partido que les enfrentará mañana al Leyma Coruña, ante sus aficionados, se antoja vital de cara a su recuperación y sus aspiraciones futuras.
Este verano fue muy movido en el seno del equipo de la capital riojana. A la pérdida del patrocinador principal (Cocinas.com) que les había conferido estabilidad en los últimas tres temporadas se le sumó una auténtica desbandada entre sus entrenadores de base, que abandonaron el club tras la destitución o no renovación del que había sido director de cantera del club, Nacho Arbués, los últimos nueve años. A esto hay que añadir la marcha de su capitán y jugador franquicia, el local Borja Arévalo que, a la vista de los modos y cantidades ofrecidas para la renovación de su contrato, se sintió maltratado por la directiva y así lo hizo saber a través de las redes sociales.
Las oficinas del Clavijo tuvieron trabajo a destajo. El objetivo: hacer olvidar a sus aficionados el decepcionante papel del pasado curso (estuvieron amenazados por los puestos de descenso hasta la última jornada) y el terremoto estival. Para ello, conformaron una, a priori, potente plantilla, un grupo de jugadores que no tuviera excusa para optar a playoffs.
La principal preocupación y los mayores esfuerzos del club se centraron en solventar los problemas que el pasado curso había sufrido en el juego interior. Para ello, renovaron al prodigio físico Tunde Olomuyiwa y al recuperado Adrián Laso y ficharon a una de las sensaciones del tramo final del pasado ejercicio, el ex Força Lleida Volodymir Gerun. Junto a ellos, dos rookies que pueden alternar las posiciones de tres y de cuatro, Seger Bonifant y Andre Norris, están llamados a aportar anotación y versatilidad , mientras que el sueco Simon Birgander, procedente del equipo EBA, entra en la rotación para aportar intimidación y rebote. Un juego interior de lo más completo y polivalente a disposición del entrenador gallego Pérez Caínzos cuya filosofía de juego sigue basándose en una fuerte defensa y en el control del rebote defensivo para atacar en rápidas transiciones, un juego de situaciones de ataque de pocos segundos que depende de la protección de su aro para resultar eficaz.
A pesar de todo, la máquina riojana no carbura. Quizá se deba a que, a pesar de todo, el control de rebote defensivo sigue siendo una asignatura pendiente, o quizá a que se ha visto obligado a incorporar una dupla de bases nuevos en el equipo que todavía no se han integrado y no han ofrecido su mejor versión. El veterano Quique Garrido está llevando el peso del equipo a la vista del flojo rendimiento del joven Alberto Martín, habitual de las categorías inferiores de la selección española que llegó a Logroño procedente del UCAM Murcia de la liga ACB, la que es para mí una de las mayores decepciones de este inicio de campaña. Son Garrido y Martín bases de perfil similar: jugadores rápidos, incisivos y dinámicos, ideales para el juego de run and gun que propone Caínzos pero un poco justos de físico para enfrentarse a directores de juego más altos y potentes.
En las alas, Calzados Robusta cuenta con grandes tiradores. Los veteranos Carles Bravo y Ruíz de Galarreta son ya clásicos de la LEB Oro y no tienen nada que demostrar. El croata Marko Popadic es otro gran tirador perimetral que, como Bravo, puede generar multitud de opciones para anotar o para habilitar a sus compañeros. Álex Reyes, por su parte, no cuenta con demasiadas oporunidades pero siempre se emplea con bravura y energía.
Las piezas del engranaje riojano están garantizadas y, aunque todavía no han pasado el período de prueba, estoy seguro de que con el paso de las semanas se irán engrasando hasta funcionar regularmente, como un reloj. El Leyma Coruña ha de afrontar este encuentro, pues, con el máximo respeto y con pies de plomo, olvidando lo que dice la clasificación. Un exceso de confianza, un paso en falso, puede suponer que el artilugio, cual Samsung Galaxy Note 7, le explote entre las manos. Este fin de semana, el Leyma Coruña tiene poco que ganar y mucho que perder ante un rival tocado pero muy vivo.
