El ceramista conquense Tomás Bux cuelga sus colores por primera vez

Cuenca

El centro cultural Aguirre de Cuenca acoge hasta el 18 de noviembre una exposición de pintura del ceramista conquense Tomás Bux. El artista del barrio de Las 500 da un paso más en su creatividad con esta muestra que lleva el título genérico de “suspiros Busianos”. A lo largo de un centenar de cuadros, unos grandes, otros pequeños, podemos descubrir diversas temáticas desde la Semana Santa a los toros, pasando por los motivos felinos, las caras femeninas o los collages, todo con un gran colorido, “colores que no estorban pero que trasmiten mucho”, nos ha contado Tomás Bux en ‘Hoy por Hoy Cuenca’.

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Tomás Bux se ha levantado del torno y ha cogido el pincel. “Después de realizar los carteles de las fiestas más importantes de Cuenca, Semana Santa, San Julián y San Mateo, me animé a meterme en el mundo de la pintura y he realizado una colección de 101 cuadros”, explica Bux. “He descubierto algo que tenía yo ahí dentro”, relata, “un Tomás Bux más creativo”. “Los bocetos para las esculturas los hacía mentalmente pero un día me puse a hacer una colección de dibujos por si alguna vez hacía una exposición de pintura”. Y la exposición, creada a lo largo del último año, se ha hecho realidad en el programa ‘Días de arte conquense’ que coordina Carlos Codes.

El taller mágico

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Entrar en el taller de Tomás Bux en el popular barrio conquense de Las Quinientas, su barrio, del que no se quiere ir, es adentrarse en un mundo fantástico y casi mitológico en el que proliferan por doquier las figuras de personajes retorcidos, coloreados, agujereados, serpenteantes, curiosos,… Si les diera de repente el hálito de la vida uno nunca sabe si se convertirían en un Jardín de las Delicias del Bosco o en el país de las maravillas de Carroll. Tal vez no fuera ninguno de los dos mundos, pero siempre sería el planeta mágico de Bux. A lo largo de los años ha sabido crearse un estilo tan personal que sus piezas de cerámica son reconocidas a un primer golpe de vista. Una mezcla de realismo y surrealismo impregna también esta exposición. “La magia del arte es tener un estilo propio”, dice Bux, “y yo lo tengo”. “Cuando ven una obra mía la reconocen y dicen que es una escultura de Bux. Eso me da mucha alegría”.