Siempre falta algo

Málaga

Los siete puntos de las tres primeras jornadas siguen sosteniendo al Sporting y moderando los calificativos que definen su situación. De no ser por aquella renta, el panorama resultaría terrorífico. La cuestión es que aquel botín se va quedando raquítico y que desde entonces se ha sumado la nefasta cifra de dos puntos de venticuatro posibles.

A este Sporting siempre le falta algo. En Málaga hizo un partido aseado, más vistoso y ofensivo que en otra ocasiones. Pero cuando este equipo cumple en defensa, en ataque no mete ni miedo, y cuando sale a atacar se rompe defensivamente.  Esto último ocurrio en La Rosaleda, donde los rojiblancos si salieron a por el partido, se adelantaron dos veces pero el desastre defensivo les condenó.

Fue un partido extraño, condicionado por un arbitraje sangrante, por la lesión de Sergio, por la expulsión de Lillo y por los fallos defensivos del Sporting. En el lado positivo de la balanza podríamos poner la aparición de Viguera, que a un gran trabajo defensivo sumó, por fin, su primer gol con la camiseta del Sporting y el expléndido tanto de Çop, que podría hacerle recuperar confianza en sí mismo. Pero no es consuelo para un equipo que sigue arrastrando un deficit competitivo considerable. 

El Sporting sale tocado de Málaga y todavía cargado de dudas. La alegria se quedó en casa, salvo para Jony, cuya cabeza entregó Juande Ramos en la primera parte del partido más especial para él. Otra rareza de un encuentro del que finalmente ningún sportinguista pudo salir satisfecho.