¿Vázquez o la impotencia de nunca ganar en la "igualdad" de Segunda?
"¿Realmente la afición ya no soporta más a Vázquez o simplemente el técnico es quien paga los platos sucios que se acumulan en Son Moix desde hace más de cuatro años?"

Palma de Mallorca
El entrenador del Mallorca, Fernando Vázquez, vuelve a estar en punto de mira, ya no sólo por la falta de victorias sino que ahora también por el divorcio con la afición. El respetable le dedicó una sonora pitada cuando el sábado contra el Zaragoza y con el marcador en contra decidió sentar a Lago Junior para dar entrada a Lekic. Le pitaron no por meter a Lekic sino por sacar a Lago que era de los jugadores más activos del partido. Y la respuesta del técnico fue acusar a la afición de no proporcionar el mejor ambiente posible para el equipo.
¿Pero realmente la afición ya no soporta más a Vázquez o simplemente el técnico es quien paga los platos sucios que se acumulan en Son Moix desde hace más de cuatro años? Ninguno de los actuales jugadores, técnicos o directivos del Mallorca arrastran lo que vienen arrastrando la afición, por lo tanto es difícil que puedan entender lo que hay detrás de aquella aparente pitada al entrenador por un cambio desafortunado. Detrás de aquella pitada está la impotencia de pasar 139 jornadas seguidas sin ver a tu equipo en posiciones de play-off, de ver que ocho entrenadores después nada ha cambiado, de ver que el equipo es incapaz de ganar dos partidos seguidos, la impotencia de no entender como Raillo no mete en la portería un balón que estaba sobre la linea de gol, de no entender dónde están los 20 millornes y por qué no se fichó a un delantero este verano; la impotencia de aceptar que la Segunda es muy igualada pero no entender por qué en esta igualdad el Mallorca siempre es el que pierde.
La afición pitó a Vázquez, posiblemente le queda poco crédito, pero la afición pitó al entrenador no sólo por no entender un cambio sino por la impotencia de no entender por qué su equipo no lucha por subir a Primera.




