Dolores Redondo: “A Ribeira Sacra es un personaje más de mi novela”

Vigo

Dos escritores diferentes, dos escritores a los que hay que reconocerle su capacidad de trabajo y su perseverancia; también su humildad a pesar de los éxitos anteriores y del último alcanzado en los Premios Planeta 2016. Dos escritores a los que sus éxitos anteriores lejos de hacerles caer en lo que ahora se llama zona de confort, les animó a cambiar, a crecerse, a buscar algo más. Aseguraba Marcos Chicot que él tenía una espina clavada desde 2012 cuando su, a posteriori éxito internacional El asesinato de Pitágoras (Ebook en español más vendido del mundo), se quedó en el cuarto puesto del Planeta. Lejos de desanimarse le motivó al máximo para volver a presentarse y para ello usó una foto con Lara para recordarse a sí mismo que tenía que volver a intentarlo. Cuando Dolores Redondo trabajaba en una cuarta entrega de la Trilogía de Baztán que ha vendido cientos de miles de libros, cuando está a la espera del salto a la gran pantalla de uno de sus libros, quiso hacer cosas distintas y buscar un cambio de chip. Le apetecía recuperar una idea, una novela que llevaba más de un lustro en su cabeza. Dos escritores a los que también es justo reconocerles su capacidad para reivindicar dos géneros tan denostados, marginados o minusvalorados como son la novela negra y la novela histórica. Dolores Redondo se encarga de reivindicar esas fuentes en las que bebió, desde Mario Puzo a Agatha Christie, para presentarnos en Todo esto te daré una extraordinaria trama de codicia, amistad, dobles vidas y, todo esto, en un marco incomparable como A Ribeira Sacra. Una donostiarra afincada en Navarra que realiza un trato sublime y realista de una zona que conoce porque su hermana se fue a vivir allí. A Ribeira Sacra es más que un paisaje bonito; es un personaje más de la novela. Por su parte, Marcos Chicot reivindica la novela histórica, el rigor de documentación tanto filosófica como histórica para presentarnos una novela de intriga dentro de una histórica. Deja claro a través de su excelso trabajo que Juan Eslava Galán calificó de filigran, que se puede entretener con una novela histórica. En El asesinato de Sócrates, Chichot nos propone un viaje por la Grecia Clásica, que tan bien conoce y describe, para tres cosas: conocer aquella Atenas cuna de la civilización; que actualmente se repiten los problemas que tenía aquella primera democracia como la corrupción y, por último, que Sócrates, como dice el autor, era un auténtico visionario. Ambos tienen motivos para sonreír y, en medio de su larga gira por toda España, han tenido tiempo para dar un pequeño paseo, de su mano, por la Ribeira Sacra y por la Atenas de Sócrates.