La línea 1 termina sus obras esperando tener "menos incidencias"

Madrid

La línea 1 volverá a funcionar en su totalidad a partir de este domingo, cuatro meses y medio despues de su cierre, para mejorar la seguridad del túnel construido hace cerca de un siglo.

Debido al final de las obras, el consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, ha recorrido el trayecto que va desde Gran Vía hasta Sol, y ha insistido en que la mejora repercutirá sobre todo en la reducción de las incidencias y el tiempo de espera en las reparaciones puntuales.

Los arreglos se se han centrado en la impermeabilización y consolidación del túnel, que es el más antiguo de la red de metro y que ha sido reforzado con inyeccciones de cemento. Además, se ha cambiado por completo la catenaria tranviaría para insalar una catenaria rígida, consistente en un sistema de transmisión de la electricidad a los trenes y que, como ha explicado el consejero, necesita menos atención en su mantenimiento: "Cuando se rompía el hilo de la catenaria, la reparación podía tardar hasta seis horas; en estos momentos, la reparación se reduce en la necesidad de tiempo infinitamente".

El coste total ha sido de 37,8 millones de euros. Y el coste del servicio alternativo que ha ofrecido la EMT alcanza los 5 millones. Por otro lado, Pedro Rollán ha aprovechado el acto de hoy para inaugurar un nuevo ascensor en la estación de Sol que mejorará la accesibilidad al interior de la misma.

Si han terminado en la línea 1, todavía ni han empezado en la línea 8, que como ya había anunciado la Comunidad, sufrirá una remodelación en su túnel a comienzos del próximo años. El consejero ha puesto una fecha definitiva al cierre de esta parte del metro que va desde Nuevos Ministerios hasta la T4 de Barajas: será el 26 de enero y la línea se cerrará por completo.

Las obras costarán 20 millones y medio de euros y se van a hacer porque cuando se construyó el túnel, que fue hace tan solo 18 años, se utilizó un sistema de fijación diferente al habitual que, como confirmó Pedro Rollán cuando se anunció la noticia, no ha resultado ser del todo eficaz.

En los meses de cierre, se reparará la losa de hormigón, se eliminarán las filtraciones y se sustituirán los tacos de la vía.

Hablamos de una línea que tiene un volumen de viajeros mucho menor que la línea 1. Si las obras de esta última han afectado a una media de 250 000 viajeros diarios, la línea 8 lleva cada día a unos 47 000 pasajeros. Pero es importante por su conexión con el aeropuerto y con Ifema.

Las reparaciones comenzarán justo después de Fitur. Rollán ha confirmado que ya están ultimando el plan alternativo junto al Ayuntamiento de la capital para garantizar la movilidad de los usuarios.