La buena Saudade del boxeo vigués

Vigo

Paco Amoedo nunca pierde la ilusión y su gasolina son las nuevas hornadas de púgiles que siguen llegando al Polideportivo Saudade buscando consejos, formación e intentar hacer algo en el difícil mundo del boxeo. El entrenador vigués nunca tira la toalla y, pese a las dificultades por ser ese deporte tan marginado a muchos niveles, ahí está día a día al pie del cañón. Pero en esa versión galega de la Galia de Asterix y Obelix con sede en la Rúa Ceboleira, se sigue trabajando para formar a nuevos campeones. Lo hacen bajo la atenta mirada de Paco Amoedo, ese entrenador al que admiran y admiraron los Ricardo Sánchez Atocha, Javier Castillejo, o los malogrados Martín Búfalo o Perico Fernández, entre otros. Pero seguramente en Vigo y en Galicia no reciba el reconocimiento acorde a lo que significa su figura en el mundo del boxeo español. No nos damos cuenta de lo que realmente es. Este verano, sin ir más lejos, Paco Amoedo decidió renunciar a un ofrecimiento para ser presidente de una de las organizaciones mundiales de boxeo. No se sabe porque lo cuenta en petit comité, sin hacer ruido, como a él le gusta. Amoedo no es un animal de despachos ni de federaciones; Paco es más de gimnasio, de cuadrilátero. Es de los que disfruta cada día, de los que sale corriendo de una comida o de un café porque tiene que abrir puntual el gimnasio. Y ahora sonríe porque ha ganado el primer título por equipos de Galicia.

Es el primero porque es la primera vez que se celebra. Fue este sábado, en ese nuevo templo del boxeo vigués que es el Pabellón Pablo Beiro (otro que lo admirada tremendamente). Allí se fraguó un nuevo paso al frente de sus púgiles. Al Campeonato Gallego Amateur había presentado a cinco púgiles en las semifinales que se disputaron en Padrón; los cinco se clasificaron para las finales del sábado en Vigo. De los cinco que disputaron las finales, Aram Cruz, David Ruíz, Fakir y Stoyan Stefanov ganaron sus combates y son campeones gallegos amateurs. El único que cedió fue Jorge Alonso que no pudo alzarse con el cinturón. La espectacular velada con 8 campeonatos tuvo un broche de oro: ver a Avelino Vázquez. Seguramente uno de los púgiles gallegos que más promete y uno de los boxeadores más completos del Saudade en los últimos tiempos. Su calidad en los golpes, su capacidad para sacar manos desde abajo cuando tiene contra las cuerdas al rival, es una de esas cosas que hacen que a Paco Amoedo le salga una sonrisa y le brillen los ojos. Ahora toca buscarle una pelea más. Si la gana, Amoedo le tiene preparada una estación con parada muy potente para el Guerrero Vázquez: pensar en un cinturón continental.

El Saudade tiene buena salud. Mientras Paco Amoedo, a las diez de la mañana, ya estaba abriendo el gimnasio porque el éxito es efímero, pero el trabajo es diario. Efímero pero con cuatro campeonatos gallegos más en su haber. Suma y sigue para uno de los entrenadores que más ha hecho y hace por el boxeo gallego y español. Uno de esos entrenadores que sigue dando la mayor parte de su vida al deporte de Vigo y a traer éxitos para nuestra ciudad. El día que fui testigo de la admiración que le tenía el 8 veces campeón del mundo, Javier Castillejo, me di cuenta que nuestro compañero de Sanedrín y de partidos de fútbol en Radio Vigo, era algo más que un entrenador; era y es una leyenda viva del boxeo.