Tal vez molestamos
El aislamiento no puede asustarnos, porque vivimos en una isla. Eso sí, no negaremos el escozor por los 1.700 euros que cada uno de nosotros aporta a los fondos de solidaridad

'La línea roja' de Matías Vallés (18/11/16)
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Palma de Mallorca
En periodismo, un caso es una anécdota, dos casos son una coincidencia y tres casos son una tendencia.
Primer caso, no puede haber ministros de Balears, una regla de hierro que lleva tres lustros cumpliéndose a rajatabla.
Segundo caso, la secretaría de Estado de Turismo, que debería recaer por ley en Balears, se concede a otra autonomía.
Tercer caso, los políticos de Balears no pueden ser portavoces de comisiones del Congreso, por lo que el PSOE aparta a Pere Joan Pons de dicho cargo.
Por si continúan escépticos, vamos con un cuarto caso. El ministerio de Fomento limita salvajemente los descuentos en las tarifas aéreas a residentes de Balears.
Podríamos seguir con el quinto caso del arrinconamiento absoluto de Balears en la investidura de Rajoy, porque en España solo hay un archipiélago y no es el nuestro. Sin embargo, no queremos abrumar.
Algo está pasando, y en algún momento deberemos plantearnos que tal vez molestamos, en vez de seguir como si tal cosa.
El aislamiento no puede asustarnos, porque vivimos en una isla. Eso sí, no negaremos el escozor por los 1.700 euros que cada uno de nosotros aporta a los fondos de solidaridad. Vale que no lo agradezcan, pero podrían prestarnos un mínimo de atención.




